Cap. 6》Desviar la vista.

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Platos, jarrones y pequeños pero lindos objetos de valor se escuchaban estrellarse en aquella casa junto a los gritos del argentino.

Los sirvientes estaban asustados, Argentina nunca se había enojado, siempre mantenía la calma y pensaba con frialdad pero...en esos momentos podían jurar que se trataba de alguien más, era la primera vez que lo veían en tal estado de rabia que ellos solo se quedaban en la cocina para no recibir algún regaño.

Claro que, todos esos objetos que se escuchaban en la planta superior eran esquivados por un agilidoso y también asustado alfa, quién, tragaba en seco cada tanto por tener a un omega mirándolo con furia en sus ojos.







—¡Eres un maldito bastardo! ¡Una maldita decepción para la familia! ¡Un aprovechador de mierda! ¡Nuestra madre estaría decepcionada de ti! ¡Yo estoy tan decepcionado de ti! ¡Pasaste los malditos límites, República Oriental del Uruguay!









Aquel alfa al oír su nombre completo junto a todos aquellos regaños intentó calmar al mayor, soltando suavemente sus feromonas en un intento de tranquilizarlo pero...apenas el argentino se dio cuenta frunció el ceño y soltó más de sus feromonas de enojo.

Si, podía ser de contextura pequeña, algo bajo y un omega pero...era el mayor, no se iba a dejar ganar tan fácil, algo que, aquel uruguayo notó al instante por lo que se encogió de hombros mientras aún se tapaba su zona baja con aquella almohada, maldiciendo en su cabeza haber querido volver a intimar con el menor pensando que su celo seguiría un poco más.

Claro que, el argentino se levantó rodeando su cuerpo con aquellas suaves sábanas blancas, llegando a perder un poco el equilibrio por el dolor que tenia en sus caderas y en su nuca, aún así, debía apurarse, podría estar desbordando del enojo pero no se iba a poner más en peligro.

Así, a pesar de tener a aquel alfa detrás suyo, rogandole para que volviera a la habitación, para que lo hablaran y se pudieran entender, el no le dirigió la palabra, lo evitó con orgullo y clase manteniendo la cabeza en alto.

Podía estar en la peor situación de su vida pero no iba a bajar la cabeza, claro que no, su madre lo educó y enseñó muy bien como mantener el buen porte aunque estuviera sintiendo su sangre arder del enojo.









—¡Formosa! ¡Misiones!










Gritó en orden desde el segundo piso, viendo a las sirvientas acercarse rápidamente torpes a los pies de la escalera bajando la mirada.











—Vengan ahora mismo a mi habitación, quiero todo preparado para la reunión que tenia hoy.










Dijo en un tono serio, girando y encontrándose con aquel alfa cerca suyo, mirándole desde lo alto de cierta manera...sádica..hasta que se agachó a su altura tomándolo de los hombros cambiando totalmente su facción a una de nerviosismo y tristeza...










—¡Por favor, hermano! No puedes ir así, quédate hoy en casa, yo me encargaré de tus responsabilidades, debemos estar juntos, nos hará falta y no quiero que te sientas mal...por favor...










Uruguay sabia que estaba siendo un sinvergüenza al pedirle a su hermano pasar tiempo con el por aquella mordedura se estaba sanando para completar la transacción...claro que, al ver la mirada de odio junto a las celestes manos del argentino dándole un manotazo lo hizo sentir peor...










🌺》Camelias [Uruguay x Argentina]Where stories live. Discover now