Cap. 8》Abstinencia

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Uruguay miraba el patio trasero con desinterés mientras se preparaba un habano sentado en su nuevo escritorio, aquella nueva casa en la que vivía tenía sus buenos y costosos lujos, era grande, amplia y bien decorada pero...la odiaba.

Odiaba el simple hecho de estar ahí, de comer ahí, de dormir ahí, odiaba todo.

Desde que él mismo se sentenció al decir "acepto" en la boda, todo fue de caída.

Aún le dolía que su hermano, su omega, su bendita otra mitad no haya ido a la boda que tanto lo obligó a hacer, ¿Por qué era tan cruel? ¿Acaso no fue un buen alfa al aceptar casarse con aquella francesa? Entonces, ¿Por qué no fue recompensado?...

Apretó su mandíbula de solo volver a recordar que estuvo solo en aquella ceremonia, si, estaban sus amigos y conocidos pero nadie de su interés como lo era el argentino.

Quiso ir a ver al omega múltiples veces en su antigua casa pero...nunca estaba presente, así que, indignado y dolido solo se dispuso a dar caladas a su habano, cruzándose de brazos para admirar un poco el paisaje hasta que...lo volvió a escuchar.

Ese suave chillido o llamado que hacían los omegas hacia sus alfas, ese mismo que Francia había estado haciendo hace unos días por estar en su periodo de celo, periodo del cuál, aquel uruguayo no pensaba hacerse cargo.

Se masajeo un poco la fuente de su nariz, queria tranquilidad, quería pensar pero cuando menos lo esperó, escuchó el estruendo de la puerta de su oficina abrirse.

Se giró un poco logrando ver a la francesa acercarse hacia el, usando sólo un largo camisón, con sus cabellos desordenados y sus mejillas sonrojadas mientras se aferraba a su chaleco en un débil abrazo.










—P-por favor...querido por favor, lo necesito, quiero que me toque, enserio necesito de usted...no me ha tocado ni en nuestra luna de miel y en estos días de dolor tampoco...por favor..









Uruguay escuchaba y veía como la más baja le hablaba mirándolo en suplica, soltando de aquellas fermonas en busca de afecto pero...no movia nada en el, si, podría ser un alfa calenturiento pero aquella omega, por más hermosa que fuera....no le atraía.

Así, soltando un suspiro pesado agarró con cuidado sus brazos para separarla de él, llegando a tomar su mentón para acercarse lentamente a su rostro, como si fuera a darle un beso aunque se detuvo a unos escasos centímetros.

Admiró como la francesa parecía estar cerrando sus ojos, soltando un ligero jadeo, dispuesta a entregarse a su esposo pero...ella no tenía la menor idea de que aquel alfa deseaba con morbo y pasión solo a su propio hermano.









Estás en un pésimo estado querida, debes descansar lo que queda de la semana.










Susurró con una leve sonrisa, enderezandose para acercarse a su perchero y así, tomar su saco mientras llamaba a una de las sirvientas de la casa, viendo como en segundos se acercaba a la puerta de la oficina.










Maria, lleva a la Sr. Francia a su aposento, otorguele el medicamento necesario, saldré por unos papeles.












Dijo con desinterés mientras se acomodaba dicha prenda, saliendo al poco a caminar por los pasillos de la casa sin saber que...en aquella oficina, había dejado a una dolida y enojada omega, indignada ante la escasa atención que le daba su pareja..

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🌺》Camelias [Uruguay x Argentina]Where stories live. Discover now