🌺》Camelias [Uruguay x Argentina]

Cap. 2》Nuevas rutinas

Uruguay suspiraba con pesadez, usualmente al salir de su casa siempre mostraba una sonrisa, y más cuando salía por papeleos o simple disfrute junto a su hermano pero ahora...su mirada podría cortar o matar a quien lo mirara, tan fría, seca y profunda, incluso no podría controlar sus feromonas, las cuales, solo confirmaban su estado de enojo.

—Cambia esa cara ahora mismo, Uruguay.

Demandó el mayor mientras se acomodaba las mangas de su traje, se había puesto el mejor que había en su armario, uno de color azul con detalles plateados y con una cola larga, se debía decir que junto a esa mirada brillosa de esperanza que tenía era todo un encanto a simple vista.

En cambio, el alfa se había puesto literalmente lo primero que se encontró en su armario, claro, con ayuda de sus sirvientes, pero no se puso nada en especial.

—Vamos a elegir unas putas, si querías algo así, te hubiera llevado a un burdel, hermano.

Dijo casi en un gruñido, totalmente molesto mientras veía de reojo hacia la ventanilla que había en el carruaje que ambos iban sentado, claro que, al sentir la pesada mirada de su acompañante tragó en seco, girando poco a poco su cabeza hasta ver la mirada total de enojo del albiceleste.

Era malo, muy malo jugar con la paciencia de Argentina.

—Te comportas y sacas ahora mismo tu rostro de hombre indigno antes de que yo mismo me encargue de casarte con una prostituta y te heche de casa para que seas  la burla pública.

Sentenció soltando sus feromonas, mostrando su claro enojo y advertencia hacia el menor, quién, al ver ese lado de su hermano solo asintió varias veces, por más que fuera delgado y más bajo que él, él omega tenía un carácter fuerte.

—Y te quedarías sin herencia pero permitiré que mis sobrinos vayan a verme, a ellos si les daría el gusto, y pobre de ti si me enterace que vendiste algo suyo para comprarte licor.

Comentó con una suave sonrisa, ya más tranquilo en un intento de sobrellevar la situación, no le gustaba amenazar a su hermanito y quedar a malas con el así que, al escuchar su ligera risa se sintió más aliviado.

Al ver que faltaban varias casas para llegar a la del español suspiró y dejó su mano sobre la rodilla del alfa que tenía frente suyo, mirándole con cierta tristeza ya que, él quería que él uruguayo entendiera cuan importante era esto para ambos.

—Escúchame, se que estuvimos acostumbrados a estar solo tu y yo desde la muerte de nuestra madre pero es tiempo de avanzar, es momento de que asentemos cabeza...me sentiría muy aliviado si algún día vienes a presentarme a tu familia, créeme, como tu único hermano quiero lo mejor para ti, no te quiero ver padecer solo en una cama en tus días de enfermedad, deseo que estés bien acompañado y logres hacer tu propia vida...no que andes teniendo un olor diferente cada noche.

Dijo con cierto pesar en su voz, y era cierto, como el mayor y cabeza de la familia quería que su hermano menor tuviera una vida de ensueño, que viviera justo y a buenas lenguas, incluso se había cansado de regañarle por volver a casa con el aroma de diferentes prostitutas sobre su piel.

Pero...aquel uruguayo no pensaba lo mismo, no quería una vida junto a alguien más, no quería alejarse de su hermano...

Aún así, esos ojitos de cachorro mojado estaban doblegando su firmeza, así que, suspiró y agarró delicadamente su mano, besando con suavidad sobre sus nudillos dejandole una pequeña pero profunda mirada al mayor.