❝BEFORE THE DAWN❞ | Dónde las circunstancias llenas de magia, metáforfos y vampiros además de las estúpidas decisiones de Edward y Bella, hacen que los caminos tan opuestos de Laia y Caius se crucen uniéndose para siempre.
TWILIGHT SERIES #1
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❝Medidasdesesperadas❞
Cuando los primeros días de agosto llegaron la desgracia también lo hizo.
Alice no se había sentido tan ansiosa hasta que comenzó a sentir una pesadez extraña que la acompañaba a donde quiera que fuese, como si se tratara de algún mal augurio presagiando lo peor, y todo empeoro significativamente cuando la visión que se prolongaría por días donde veía a Laia transformándose, tal como habría pasado de no ser porque su cuerpo rechazo el veneno, había comenzado a acosarla.
Oliver había salido del pueblo a visitar a sus abuelos así que, sin el consuelo de su novio, no hacía más que atormentarse en silencio por el rumbo que sus visiones tomaban.
Con el peligro por un posible ataque por parte de Victoria, las posibilidades de que la vampiresa lastimara a su amiga seguían activas, sin embargo, Alice no hallaba entre diversos escenarios hipotéticos el punto en el cual Laia se encontraría convirtiéndose en uno de ellos.
Pero a pesar de la incertidumbre lo que más la inquieto fue que de pronto en las visiones Laia ya no se encontraba entregada a sus peores instintos dada su nueva naturaleza con su potencial compañero de crímenes Edward, sino que ahora, aunque de igual manera, su humanidad la había abandonado para terminar bajo el yugo de los Volturi.
Las visiones venían como pesadillas una tras otra por ello, luego de días había decidido abandonar el anonimato en busca de su amiga humana, aunque al final todo había resultado una completa pérdida de tiempo pues no pudo reunirse con Laia ya que parecía no salir de los límites de la Reserva.
Pronto se halló de nuevo en la residencia Cullen, con Jasper de caza, rendida y dispuesta a aligerar su mente esperando el regreso de su hermano, otro destello de imágenes la alcanzó.
Laia y Bella, en alguna parte cercana al océano, un risco, las olas espumosas trepando por las rocas puntiagudas e infinidad de guijarros bajo sus pies desnudos. Ambas se ven con algún tipo de complicidad y llega el momento cuando alguna de las dos está dándose valor para saltar.
Laia mira el borde del acantilado con cautela y de pronto es como si el miedo que ha tenido por años hacia el mar hubiera desaparecido, todo pasa en cámara lenta frente a los ojos de Alice. La ve saltar con rapidez y descender al ritmo de una melodía muda envuelta entre su propia danza y cuando toca lo que debería ser la oscuridad de las aguas, todo ha terminado porque yace tendida sobre una plancha rocosa de puntiagudos bordes con la mirada perdida y labios pálidos.
Toda la vida que ha sido capaz de albergar alguna vez se ha despedido de su cuerpo al mismo tiempo que hilos de sangre resbalan entre su boca.
Alice no quiere mirar más, siente que el llanto comienza a acumularse en sus ojos, aunque en cierto punto se queda estancado y agradece finalmente cuando el martirio ha terminado y la visión deja de oprimirle el pecho.
