INVITACIÓN

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-¿No puede mantener las manos lejos de ti no es cierto? – entró Nicklaus cargando a Astrid quien apenas le escuchó salió gritando su nombre y corriendo a su encuentro obligándole a cacharla en vilo –

-Cállate – le riñó Chiara desde su cama haciendo señas del bebé que se aferraba a su pecho observando todo atentamente mientras se alimentaba – Astrid, ve con tú tía y pídele que nos traiga algo de comer, fue con tú hermano al lago

La pequeña asintió y apenas coloco los pies en el pisó hecho a correr fuera de la casa.

-Es enserio – se acercó y se sentó tras ella observando al pequeño comer – como me gustaría que él fuera mío – susurró en su oído provocándole un escalofrío – bueno, todos

-Klaus no – murmuró –

-Ambos sabemos que no me has olvidado – pasa las manos por su hombro haciendo que mordiera su labio – esto no es más que una farsa

-¿Te parece que mis hijos van a desaparecer en cualquier momento? – hace su cabeza a un lado observándole – porque a decir verdad yo los veo firmemente todos los días

-Yo hablo de tú relación con Gerd – sonrió de manera irónica aunque sabía que no le veía mientras le regalaba un beso en la nuca –

-Para... Nicklaus – respondió en un susurro –

-Eres una mujer libre de decidir Chiara – susurró casi a manera de súplica – Gerd no se opondrá y lo sabes

-No lo hagas más difícil por favor – le pidió con los ojos cerrados sintiéndose flaquear – te lo suplico

-Está bien – suspira y le da un beso en la mejilla sentándose frente a ella – vengo ya que tu hermana está misteriosamente ocupada con Rebekah haciendo algunas compras – se ríe –

-Eso suena a un maquiavélico plan torturador de tú hermana hacia la mía – alza una ceja –

-Madre planea hacer una comida en honor a su cumpleaños – se recuesta en la cama – esperamos que vengas, si Gerd está aquí a tiempo... pues será como una celebración en familia

-No creo que se encuentre, se ausentó un poco por el nacimiento del bebé y se acaba de embarcar hace pocos días

-Aun así tú eres su familia y debes venir, moralmente estás obligada – se ríe – mis hermanos extrañan a tus hijos también y como ahora mi padre está merodeando por la casa...

-No puedo arriesgarme a llevar a mis hijos en presencia de tú padre si mi marido no está – hace una mueca – pero después de que estén tomando su siesta por la tarde – suspira – iré a ver a mi hermana, te lo aseguro

-Deberías hacer un esfuerzo por perdonar a mi padre – le mira – se ha alejado bastante de ustedes

-Eso no quiere decir que ahora ya nos tenga en estima – niega – sé que algo oculta Nick... lo sé

Asiente con una mueca silenciosa...

-También se me hace extraño su comportamiento – le mira de medio lado – pero no sé si se deba a que lo amenazaste con incendiarlo

-O simplemente su maldad es natural – ahora casi una jovencita, entró la hermana de Gerd saludando a Nicklaus con menos antipatía que el primer año – ¿Puedes ver que mi sobrino no haya tirado a Astrid? Venían jugueteando – acomoda todo en la mesa pasando su brazo por la frente – y deje de escucharlos hace un par de minutos, eso es peligroso

Rodando por la cama se levantó y poniéndose de pie en un salto salió de la cabaña a comprobar a los dos pequeños, Chiara hablaba con suavidad a su bebé mientras lo acomodaba en su otro pecho para que siguiera alimentándose.

-Come más que aquellos – sonrió su cuñada acercándose a acariciar su mejilla captando su atención –

-Lo sé – rueda los ojos – ¿Trajiste comida?

-Sí, Astrid me ha dicho que Nicau estaba en casa – se rió levantando las cejas divertida – ehhhh Chiara – le dice bajando un poco la cabeza algo nerviosa –

-¿Ha pasado algo en el lago?

-No no es eso... es que me he tomado con Esther y con Mikael

-¡¿Qué?! – sobresaltó al bebé y le miró acariciando su mejilla susurrándole cosas bonitas –

-Estamos bien – le toma la mano – pero me dio un mal presentimiento – se retuerce un poco las manos y finalmente levanta la mirada – salían de la casa de Ayana

Mi Constelación Favorita (Los Inicios)Where stories live. Discover now