Sus ojos se abrieron poco a poco y sonriendo extendió la mano pero sólo sintió las cobijas tibias a su lado, se estiró dejando que sus músculos se estiraran y se mordió el labio al recordar la noche que había pasado.
Cerró sus ojos y sus pensamientos comenzaron a divagar, la piel recordaba la manera en que había sido tocada, pequeños suspiros escaparon de sus labios, pero uno quedó ahogado, cuando en lugar de ver la cara del castaño la de Klaus se atravesó, con la mano en la garganta se sentó de manera agitada.
-¿Estás bien? – entró su marido a la tienda besándola – fui por un vestido para ti, no me he tardado nada en regresar
-Es que... tuve una... alucinación – respondió dudosa – creo
-¿Quieres que te pregunte sobre eso? – observó su cara de consternación –
-Preferiría que no – agachó la mirada y tras unos segundos volvió a mirarlo – me gustaría que nos pudiéramos quedar aquí... – sonrió recostándose en las suaves pieles – en éste preciso momento
-Si tú quieres nos podemos quedar aquí– recorrió con su dedo el costado de su figura provocándole un escalofrío – todo el tiempo que desees
-Sería impropio para los invitados – imitó con los ojos cerrados la voz de Mikael mordiendo su labio divertida por el cosquilleo que recorría su piel –
-¡Que se jodan los invitados! – se subió en ella arrancándole una carcajada, con lentitud se acercó hasta su oído en un murmullo – yo estaría encantado de quedarme aquí haciéndote el amor
-¡Gerd! – le golpeó en el brazo – no no – trató de levantarse pero el castaño no se lo permitía –
-¿Qué? – se acercó a su cuello y comenzó a besarlo haciéndole revolotear el estómago – ¿Anoche estuvo muy mal?
-Estuvo demasiado bien – suspiró – no quiero que tengas problemas...
-¿Con quién tendría problemas? – comenzó a chocar sus caderas contra las de ella aún con su ropa puesta haciéndole notar su dureza –
-Mikael... – soltó un gemido aferrándose a sus hombros echando la cabeza hacia atrás –
-Que se atreva a tocarte un solo cabello – se sentó sobre sus muslos para quitarse la camisa de manta rápidamente y bajó sus pantalones haciendo que cayeran hasta las rodillas – y se va a enterar
La pelinegra le tomó del rostro robándole un beso mientras abría sus piernas para recibirle nuevamente, ésta vez no fue tan doloroso como la noche anterior, pero la delicadeza con que la había hecho suya también había desaparecido.
Ésta era pasión pura en su estado más animal, sus piernas se aferraron tras su cadera mientras el castaño penetraba una y otra vez, su espalda recibía en violentos arañazos el placer que le daba y los gemidos no se podían contener.
Sin aviso, salió de ella y la volteó, tras darle una nalgada trazó un camino de besos desde su cadera hasta la nuca rozando cada parte de su cuerpo sobre el de ella, buscó sus labios y con hambrienta ferocidad los devoró mientras entraba a su cuerpo con energía renovada.
Sus manos se cerraron en un puño sintiendo cada centímetro de su miembro invadiéndola deliciosamente embestida tras embestida, aquel cosquilleo se hacía cada vez más fuerte en su vientre y los gemidos que hacía su marido le excitaba más de lo que había imaginado.
El orgasmo llegó haciéndole proferir un grito arqueada sobre las pieles y su esposo penetrándola cada vez más fuerte tratando de llegar a su propia cumbre de placer, a la cual llegó pronto, salió de ella cuidadosamente y se acostó a su lado atrayéndola para robarle un beso.
-Me enamoré de ti – declaró sonriente – sabía que eras la mujer para mí, desde ese día que te caíste... supe que tenía que protegerte
-Y yo te protegeré a ti – acarició su rostro – el destino quería que estuviera contigo
-Sé que tengo que competir muy fuerte para sacarlo de tu corazón – le besa la mano – pero haré todo lo que esté en mi vida para ser el hombre que te mereces
-Lo sé – suspiró con una sonrisa – aunque tengo un presentimiento muy feo
-¿Sobre nuestra vida juntos?
-Sobre nuestra muerte – cierra sus ojos dejando escapar una lágrima –

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Mi Constelación Favorita (Los Inicios)
FanfictionEl amor, es un concepto universal relativo a la igualdad entre seres que se define en diversas formas según sus pensamientos y punto de vista. El odio es el rechazo por aquello que nos desagrada hacia una persona, cosa o fenómeno, teniendo como punt...