beomgyu suspiró. estaba tomando el almuerzo con toda la tranquilidad del mundo, siendo ignorado por todos y en verdad, estaba sintiéndose cómodo con eso... hasta que un par de chicas probablemente un grado mayor que él se acercaron a la mesa en donde estaba, siendo tan ruidosas que todo el mundo las estaba mirando.
se sentaron frente a él, intentando llamar su atención aunque el castaño no se la otorgó tan fácilmente a ninguna de las dos, no hasta que lo llamaron por su nombre.
─¿tú eres beomgyu, el chico de los cuatro novios, cierto? ─preguntó la más bajita, haciendo demasiado ruido mientras mascaba un chicle y hablaba. el castaño las ignoró de nuevo, porque no tenía ganas de ser molestado en aquel momento ─¿holaaa? ¿niño raro me estás escuchandooo?
─bueno, los rumores son ciertos, éste tipo es un idiota ─dijo la otra chica, haciendo un ruido de desagrado mientras observaba a beomgyu con la mirada clavada en algún punto indefinido del comedor ─¿te imaginas ser novia de yeonjun y mandarlo todo a la mierda por ser imbécil, nana? ¡debe sentirse terrible!
beomgyu ya estaba acostumbrado a que las personas fueran crueles desde que lo sucedido pasó de boca en boca por todo el instituto. sin embargo, aún no se hacía inmune a sus estúpidos comentarios, incluso sí sabía que las cosas que decían eran completamente mentira.
la chica de palabras crueles y cabello corto se cambió de asiento, sentadose a su lado y rodeando sus hombros en un movimiento rudo. tuvo un momento de debilidad porque realmente no sabía que hacer para que el mundo dejara de creer que era la peor existencia del instituto y eso por supuesto que la extraña lo aprovechó.
─debió ser genial ¿no? ─susurró al oído del chico, observando sus ojitos llenándose de lágrimas ─¿te gustó? ¿te hizo sentir bien engañar a todos? eres un maldito egoísta y mentiroso, incluso yeonjun lo piensa y te odia. él no quiere saber de ti nunca más ¿sabes? lo asqueas ─la chica se rió, alejándose de él ─así que no te acerques a él jamás o quien te dirá toda tu cruel verdad será él y no yo. solo... no quiero que salgas lastimado ─dijo, usando sarcasmo al final y se levantó de la banca, siendo seguida por la otra chica que no emitió algún comentario al respecto.
beomgyu podía sentir un millón de miradas sobre él, mientras las lágrimas se derramaban por sus mejillitas sin más. sentía sus piernas tiritar y aunque quería irse de aquel lugar, no tuvo el valor suficiente para ponerse de pie y simplemente sorbió su nariz, pasando su manos sobre sus mofletes en busca de desaparecer la humedad en ellos cuando pequeñas gotas comenzaron a caer sobre su plato.
a ese punto realmente estaba considerando cambiarse de instituto, dejar toda esa historia atrás y empezar de cero en un nuevo colegio, hacer amigos nuevos y olvidarse poco a poco de todo lo que había hecho.
pero no lograría convencer a su madre de realizar el cambio sí no tenía una razón que justificara su petición. no podía decirle la verdad, no sabía que haría sí su madre se enteraba de todo el desastre que hizo y la cantidad de gente que lastimó.
tendría que aceptar la realidad y terminar el instituto como un marginado social.
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