TE ENCONTRÉ

12

Desconocido.

- ¡Señor!.

- ¿Qué sucede? - miro a mi general.

- La bruja del inframundo exige su presencia - si ha de ser así...sólo significa una cosa. 

- Ahí estaré, saldremos en 5. Prepárense.

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  Narra Gael 

Me sentía extraño, mis actitudes no son las mismas, mi personalidad cambia brutalmente cuando estoy con Ray, mis acciones no son mías por así decirlo...y la "energía extraña" ha estado en mí más seguido.

- ¿En qué piensas, lindo? - miro a Raymond en su escritorio observándome fijamente, distráyendose del papeleo.

-Nada importante. ¿Mi madre vendrá pronto?

- Mandé a mi Beta a buscarla personalmente- río al ver la confusión de mi rostro. - Mandé a Robert.

- No sé que significan esos términos Ray, son extraños...¡son cómo los de la radiación! Alpha,delta y gamma - enumero - Claro no son iguales pero coinciden en dos- río un poco.

- A ver, te explico. Soy el Alpha de la manada, o se...

- ¿Manada de perros? - pregunto burlón.

- No, es como un pueblo por así decirlo. Ser el alpha me convierte en el presidente y el beta y delta, son como el Vicepresidente y Primer ministro. ¿Entiendes? 

 - Bueno un poco...- bajo del mueble en donde me hallaba - Iré a buscar a Victoria. - asintió y prestó atención a sus papeles.

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-Oye Gael. - miro a un ayudante de cocina, nos hicimos muy amigos.

-¿Si? - escucho los gritos de Victoria de fondo, peleaba con Roberto. 

- Me preguntaba si...podríamos ir al lago por la tarde...no sé si tu quieres...quiero mostrarte algo- sonríe nervioso.

- Claro por qué no- le sonrío y el exhala.

-Te juro que casi me cago - lo miro confundido, - De veras quiero que lo veas.

- Vale, Vale - se acerca a la esquina donde reposaba una cesta con frutas.

-¿Quieres algo?¿Una pera, manzana, plátano, lo que sea?- me mira.

-Una Manzana está bien Fer. -la agarra y la lava para luego extendermela -Gracias.

-No es nada- se sienta a mi lado y continua hablando de esa "cosa" que me quiere mostrar.

**** 

Me hallaba caminando por la plaza de ese lugar, me veían y bajaban la cabeza sin saber porqué.

-¡Hey vuelve! - pronto sentí algo pequeño chocando conmigo, bajo la mirada y es un bebé de 2 años aproximadamente. Lo agarro antes de que caiga al suelo y se golpee. -Te dije que me esperaras- la señora ve al bebé y luego a mi, su rostro empalideció y agarró a bebé. -¿Cómo puedes seguir con vida?

-Disculpe. ¿De qué habla?

- ¿Qué haces con vida? Se supone que deberías de estar muerto...¡muerto! - grita histérica para luego salir corriendo con el bebé en brazos.

 ~Empezarán los problemas~ 

Susurró una voz en mi cabeza, seguido de un fuerte dolor. Noté como caía al suelo, esperé el impacto pero nunca llegó traté de abrir los ojos que anteriormente había cerrado a causa del dolor, ví a Ray, sentí sus brazos, gemí por el dolor. Entonces la oscuridad me consumió

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Caminaba asustado, no podía ver nada, no había nada. Mis pasos resonaban mientras me encogía en mi lugar, tenía miedo, mucho para ser sinceros. De repente, apareció una luz. Me cegaba y sin saber por qué mis piernas seguían caminando hacía ella.

- Al fín despiertas- escucho que alguien habla, la voz proviene de la luz.

- ¿Quién está ahí? - grité asustado.

- Gael, encontraste a alguien especial algo nuevo descubrirás, el mal te busca. Busca eliminar el mal que tienes dentro, es más fuerte que cualquiera aquí, eres fuerte, lo niegas, solo lucha y ama. - la luz desaparece, sus palabras me dejaron confundido . ¿A qué se refiere? ¿Mal? ¿Qué mal?. Miro como el suelo se rompe y caigo al vacío.

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Despierto en una camilla de un hostipal, desorientado, tenía algunas máquinas pegadas a mi. Ví a mi alrededor confundido y visualicé a Raymond, estaba dormido encorbado  en una silla.

-Hey...Raymond...- susurré su nombre y despertó exaltado, miro hacía dónde estaba y de un momento a otro lo tenía abrazado a mi, me abrazaba posesivamente y no quitaba su sonrisa.

- Despertaste...- mira mi rostro - ¿Cómo te sientes? - acaricia mi mejilla y cierro los ojos disfrutando del contacto.

- Bien...algo desorientado- mi voz sale rasposa- agua - el se separa y me sirve un poco de la jarra que yacía en la mesita al lado de la camilla. Me la extiende y tomo disfrutando como refresca mi garganta.

-No es para menos, llevas aquí 3 días, tu madre está muy preocupada, bueno todo lo estuvimos...más yo...temí perderte...- eso último despertó de sobremanera una felicidad en mí, me sonrojé levemente y acaricié su rostro.

-Tranquilo... -besé su mejilla- nada malo pasará... 

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Sisi ta corto lo siento. Y si hasta que me digné en aparecer con este mocho de capitulo. Lo siento. Es feo escribir desde chrome