F O U R T E E N | 014

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—¿Cómo...? —comenzó confusa.
Frente a ella dos rostros iguales esperaban una respuesta. La habían acorralado a penas había empezado el tiempo para escoger equipos. La pelinaranja no podía dejar de mirar a aquellas gemelas con una expresión atónita. Las recordaba, iban a su clase cuando eran muy pequeñas pero, según ella recordaba, sus quirks nunca habían aparecido ¿Cómo habían entrado en una escuela de héroes? Pasó por alto esa pregunta por que había otra que la intrigaba aún más. ¿Por qué querían hacer equipo con ella? La querían en su equipo después de la primera prueba, lo cual era todo el milagro por que ni siquiera la pelinaranja quería hacer equipo con ella misma pues no se veía ningún tipo de utilidad.

—No serviré para nada en esta batalla ¿Por qué yo? —preguntó curiosa. Las gemelas intercambiaron una mirada entre sí, lo hacían todo el rato para decidir quien iba a hablar y así no hacerlo a la vez.

Las dos chicas eran más altas y esbeltas que la pelinaranja y sus cortas melenas eran ambas negras con reflejos azules, la pelinaranja no pudo evitar asombrarse con el perfecto estado de esos cabellos con destellos azulados cuando el suyo era un completo nido que se pegaba a su frente por el sudor. Eran una mezcla hermosa de dos culturas, tenían una ascendencia japonesa y europea y, según recordaba la chica, sus padres eran heroes reconocidos en francia. Aún así era sencillo diferenciarlas, una de ellas tenía los ojos color esmeralda mientras que la otra los tenía de un brillante color cían. Ambas desprendían un aura similar a la de la chica, enérgicas, sonrientes y positivas; aunque a la pelinaranja parecía faltarle todo aquello en ese momento.

—No queremos hacer un equipo grande —habló la de ojos azules.

Algunas cosas no cambian. Como el hecho de que ellas seguían sin juntarse con demasiadas personas. Era como si su relación fuera un circulo privado y cualquiera que se incluyera estuviera rompiendo su privilegiada conexión. La chica aún recordaba un par de veces en las que había intentado jugar con ellas de pequeña, por supuesto no funcionó.

—Nadie quiere hacer equipo con nosotras —prosiguió la de ojos esmeralda. Eso, Keiko, lo dudó, parecía que más bien ellas eran demasiado selectivas. Lo que de nuevo le hizo preguntarse, ¿Por qué ella?—. Solo necesitamos a alguien agil que sea nuestro jinete. Tú nos has caído bién así que queremos hacer equipo contigo.

—¿De verdad? —ambas asintieron sincronizadas. La chica dudosa miró a su alrededor. Todoroki ya había formado su equipo, Bakugo estaba rodeado de personas y el pecoso también comenzaba a formar su equipo junto con Ochako. La chica volvió su mirada a las gemelas con una sonrisa—. Supongo que somos un equipo, me llamo Keiko.

Esperó que le dijeran que ya lo sabían pero ambas le tendieron la mano al mismo tiempo.

—Mio —respondió la de ojos azules.

—Mia —añadió la hermana de ojos verdes.

—Bién, yo tengo 195 puntos y vosotras 165 y 160, en total hacemos 520 puntos... Vamos a llamar la atención, aunque no excesivamente... ¿Cuáles son vuestros quirks? —preguntó la pelinaranja. De nuevo las gemelas se miraron entre ellas y esbozaron unas sonrisas traviesas.

«Así que sí que tienen quirks...»

—Sabemos que es raro pero tenemos que pedirte que esperes a que empiece la prueba para descubrirlo —respondió la de ojos verdes guiñándole un ojo—. Te encantará, ya verás.

Eso era arriesgado, demasiado. Plantarse frente a sus compañeros, con quienes sabía que no iba a ser sencillo pelear y mucho menos sin ningún plan, se presentaba como una muy mala idea. Pero ya no podía hacer equipo con nadie más ni pretendía exigirles a esas dos chicas que la habían olvidado que le mostraran sus quirks porque alguna razón debía haber para que ellas tomaran aquella decisión... ¿Verdad?

𝐇𝐀𝐑𝐌𝐋𝐄𝐒𝐒  || BNHAWhere stories live. Discover now