19. La primera cita

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💞💞Miércoles💞💞

Le he dicho a Lena que parezco una adolescente nerviosa por su primera cita. Y es que es verdad. Siento una punzada de nervios en mi estómago. Pau no me ha dado ni una pista de donde me lleva. Sólo me ha dicho que me espera en la esquina de la calle de Manu a las ocho y media. Así que después de mirarme en el espejo y dándome el visto bueno por tercera vez, salgo de mi casa. Al final me he puesto un pantalón corto vaquero con un top blanco de tirantes cruzados y mis zapatillas blancas. El pelo me lo he recogido en un moño despeinado.

Camino los pocos metros que me separan de la casa de Manu. Al torcer la esquina me llevo las manos a la boca sorprendida. Pau me está esperando apoyado en una pedazo de moto que lo flipas. Entre la moto y lo guapísimo que está con sus gafas de sol y sus vaqueros cortos rotos... que si, que si, que estoy cachonda. Me acerco a él sonriendo y bastante sorprendida.

- ¿Y esto? -le pregunto mientras él pone sus brazos en mi cintura y me da un suave beso en los labios

- Es de Ferrán. Me la ha prestado -me dice mientras yo miro la moto alucinado- ¿vamos?

Pau me da un casco y yo me lo pongo mientras él se monta en la moto. Me da la mano para ayudarme a subir. Me apoyo en su hombro y me agarro a su cintura cuando ya estoy sentada.

- No sabía que sabías montar en moto -le digo a Pau mientras él arranca

- Mi tío tiene una tienda de motos y más de una vez me ha dejado llevar una. Aunque mi madre no me deja que tenga moto, dice que son peligrosas

- Cuando estaba en el instituto todos mis amigos tenían moto. Mis padres tampoco me dejaron tener una y cuando mi madre murió, mi padre me prohibió montar en moto

- Violeta. Vaya, lo siento mi niña, si no quieres...

- Oh, no, no te preocupes Pau. Me apetece mucho montarme en moto contigo

- Te prometo que no voy a ir muy rápido y si voy, me lo dices

Pau arranca la moto y yo me agarro a su cintura, más por sentirlo cerca que por otra cosa. Nunca me han dado miedo las motos, respeto si, pero miedo nunca. Empieza a conducir la moto con destreza y a una velocidad normal.

Salimos de nuestro barrio y el nos lleva a las afueras de la ciudad, dejando los edificios, tiendas y tráfico a lo lejos. Pau me lleva por carreteras con árboles a los lados y poco tráfico hasta que una media hora después llegamos a un claro del bosque. Estamos en un merendero. Hay mesas y bancos de madera esparcidos alrededor del claro. Pau deja su moto aparcada junto a una de las mesas. Me bajo de ella y me quito el casco para ver el sitio donde me ha traído. Es súper-tranquilo, no hay casi nadie, si acaso una familia con un par de niños que juegan al otro lado del claro y una pareja a lo lejos sentada encima de una de las mesas.

- ¿Te gusta? -Pau pone sus manos en mi cintura y me atrae hacia él para abrazarme

- Si que me gusta si. Nunca había estado aquí -Pau me da un beso en la mejilla y pone los cascos encima de la moto

- Siento si pensabas que iba a llevarte a un restaurante o a algo típico de primeras citas...

- Que va Pau -me acerco a él quien acaba de sentarse encima de una de las mesas y yo hago lo mismo. Le cojo la mano y entrelazo sus dedos con los míos- me encanta este sitio. Me gusta porque es tranquilo y podemos estar solos sin que nadie nos moleste

- Esa era la idea Violeta. Por lo menos algún sitio donde no hubieras estado nunca -le cojo la mano y me la llevo a los labios para darle un beso en la palma. Pongo mi cabeza en sus hombros mirando el horizonte y como poco a poco el sol empieza a esconderse

Aritmética PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora