28. El beso ¿no correspondido?

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Si me clavaran un cuchillo ahora mismo, estoy segura que no sangraría, pero segura. Estoy estática, no soy capaz de reaccionar. Mi cabeza le pide a mi cuerpo que se mueva pero no responde. Tiemblo, tengo frío. Siento mi corazón que se ha roto en mil pedazos. Batallo por no llorar, por no sentirme tan vulnerable. Mis ojos no quieren mirar, pero lo hacen. La rubia sigue agarrada a su cuello y besándolo cada vez más profundo. Él le ha puesto incluso una mano en la cintura y le está respondiendo al beso. No puedo creerlo. Esto no puede estar pasándome a mi otra vez. Pau no, Pau no es de esos, ¿o si?.

Tengo ganas de ir y meterme en medio y pegarle a la rubia y pegarle a él. Cuando Arnau me puso los cuernos sentí alivio pero lo que siento ahora no tiene nada que ver. Es desilusión, decepción. No puedo respirar. Mi corazón no me deja hacerlo. Sé que tengo que moverme y salir de aquí o acabaré aún más destrozada. Pero sigo mirando. Sigo viendo como se besan. Pau mueve su mano más arriba de su cintura y aparta a la rubia para cortar el beso. Niega con la cabeza y ella le encara. Creo que ya he visto todo lo que tenía que ver, todo lo que tenía que sufrir. No sé ni cuanto tiempo han estado besándose, pero a mí me parecen horas.

Le doy la orden a mis pies para que se muevan cuando él alza sus ojos y me ve. Abre la boca sorprendido y aparta a la chica poniéndose en pie de inmediato. Y ahora si, ahora es cuando me doy la vuelta y salgo del local con mi corazón en la mano. Aparto a la gente como puedo y el aire fresco de la noche me hace coger una gran bocanada para recordar como se respira. Empiezo a caminar con pasos rápidos alejándome cada vez más. A estas altura siento como las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas y no hago nada para impedirlo.

- ¡Violeta! ¡Espera! -la voz de Pau viniendo detrás de mi me hace acelerar más el paso. No puedo tener esta conversación ahora, no cuando mi corazón me duele más allá de lo que alguna vez imaginé- ¡joder! ¿quieres esperarte?

Los pasos rápidos de Pau me alcanzan y una de sus manos me agarra del brazo para darme la vuelta. Está algo bebido, se le nota en los ojos. Me mira muy serio y al ver mis lágrimas intenta acariciar mi mejilla, algo que le impido zafándome de sus manos.

- ¡Ni me toques! ¡Ni se te ocurra tocarme! -le grito a la cara. Él me mira serio y apenado

- No es lo que crees Violeta. Joder, tienes que creerme

- ¿Ah, no? ¿Me vas a negar que esa tía no te estaba metiendo la lengua en la boca y tú la has dejado?

- Me ha besado ella Violeta. Me ha pillado a traición...

- Oh, si claro. Te he visto Pau, le has puesto la mano en la cintura y le has seguido el beso -Pau se acerca a mi y yo me echo hacia atrás intentando alejarme de su presencia. Porque a pesar de todo, me sigue afectando tenerlo cerca y no me deja pensar con coherencia

- Intentaba quitármela de encima. Joder, he bebido y no sabía lo que ella hacía hasta que me ha besado, pero ha sido ella, yo no le he correspondido el beso en ningún momento, te lo juro. Por dios Violeta, tienes que creerme -veo en su cara desesperación porque le crea. Pero yo sé muy bien lo que he visto. Tonta aún no soy, y por desgracia esto, ya lo he vivido antes

- La bebida no es una puta excusa Pau. Has tardado en quitártela de encima, ¡que yo estaba allí, joder! ¡qué te he visto! -me pongo a llorar otra vez llevándome las manos a la cara. Pau agarra una de mis manos y yo de un manotazo le impido que vuelva a tocarme

- Violeta, te juro por dios que yo no quería besarla, jamás te engañaría. Antes me muero -intento limpiarme las lágrimas de la cara. Quiero creerlo, lo quiero, pero no puedo, sé lo que he visto, y duele, duele mucho

- Tarde Pau, tarde

- ¡Sólo ha sido un puto beso Violeta! ¡No es como si me la hubiera follado! -me grita él haciendo que pegue un respingo

Aritmética PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora