Capítulo 16

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Contaba los días con ansia

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Contaba los días con ansia. No solo porque esperaba la noticia por parte de mi tía que volverían a Londres, sino que también la llamada de Cambridge dándome la fecha de mi entrevista virtual, Ya habían pasado cinco días y con cada minuto, perdía la esperanza de recibir esa llamada.

Por fortuna mi casa seguía siendo un espacio para tres personas, y el hotel más lejos era el que alojaba a mi prima y a la hermana de mi madre.

Poppy y Olivia trataron de convencer a sus padres de dejarlas pasar navidad en Clifden, pero sin el espacio suficiente en mi casa para recibirlas fue imposible obtener el permiso, y la idea de viajar hacia Londres sería descartada en un pestañeo por mis padres. Oficialmente, sería la primera navidad sin mis amigas.

—¿Lista? —preguntó Dillon tomando asiento al lado de mí.

—¿Para qué?

Era la primera hora y comenzaba a sentirme angustiada sin saber a qué se refería Dillon. Por lo general, siempre que me preguntaba si estaba preparada para algo era por algún examen, pero debido a que no comenzaban hasta en dentro de dos semanas, estaba en blanco.

—Para el entrenamiento de Gwenhwyar —respondió— ¿Pudiste encontrar un modo de controlar todo lo que tenga que ver con el suelo natural?

Volteé hacia la puerta y una vez verifiqué que nadie entrará al vacío salón, retiré el brazalete que Gwenhwyar me había dado para controlar mis poderes. Le indiqué a Dillon que volteara hacia la ventana y comencé a hacer pequeños remolinos de arena.

—Creo que también tengo controlada la naturaleza —le confesé—. Ayer logré hacer crecer césped adentro de los zapatos de Adeline.

No logré obtener de Dillon la reacción que esperaba. En vez de reír me dedicó una reprensora mirada. Como si lo que había hecho estuviese mal. Quizás lo estaba, pero nadie le hizo saber a mi prima que subirle la temperatura al horno para quemar los pasteles que estaba horneado en la panadería y hacerme responsable de ello estaba mal.

—Ela, tienes poderes, y debes ser responsable con ellos ¡No utilizarlos para molestar a tu prima!

Hice caso omiso a su regaño, y al sentir como mi alegría disminuía, devolví el brazalete a mi muñeca en caso de desatar otro problema mágico causado por mí.

—Son mis poderes y los utilizaré como yo decida hacerlo.

Por primera vez había cumplido el objetivo que me había planteado al inicio del año: Prestar atención a clases.

Me resultaba increíble lo sencillo que resultaba entender el contenido geográfico de la clase, no había sido confuso como las veces pasadas y de cierto modo se debida a que no estaba deambulando en mi mente.

¿Acaso eso era todo lo necesario para aprender? ¿Prestar atención? ¿O era la luz que entraba por la ventana del salón intervención divina por los ángeles la que hacía que mi cerebro entendiera las imágenes que proyectaba la profesora? De igual manera, me emocionaba por fin comprender lo que sucedía.

Hada AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora