CONQUISTANDO AL ÁGUILA

🌹|| Prólogo

México, como otras veces, despertaba temprano.

Apenas eran las seis de la mañana, pero él ya tenía que empezar su día a día. Se levanto de la cama y fue al baño para darse una ducha rápida de agua caliente, le gustaba bañarse con agua caliente. Mientras estaba bañándose repasaba unas tonterías en su cabeza y otras cosas no tan tontas; cuando termino de hacer eso, se vistió formalmente con un traje negro.

Escucho un pequeño llanto en la habitación y al instante fue a la cuna dónde un pequeño bebé lloraba extendiéndole las manitas para que lo cargará. El mexicano hizo eso y beso las mejillas del pequeño hasta que esté dejo de llorar, después riendo jalando unos mechones de cabello de México entre risas.

México sentó al bebé en la cama y le dejo allí unos momentos mientras acomodaba unos papeles en un portafolio.

Ese día había junta con la ONU y necesitaba llegar a tiempo, la organización solía ser muy estricta con los horarios.

Cuando bajo a la cocina con el bebé en brazos, preparo un desayuno y después de unos minutos llegó Estado de México para prepararse su café.

— ¿Ya te vas a ir? —pregunto el joven Alfa.

— Pues si, ya vez como ONU nada más se la pasa chingando — contesto el mexicano con una sonrisa — como sea, me cuidas a los demás pendejos. Adióóóós.

— ¿Te lo vas a llevar? — pregunto el estado cuando vio como el mayor cargaba al bebé.

— Si, no lo voy a dejar con los salvajes que pueden ser ustedes, Tlecuauhtli es un pan de Dios que no merece que unos retrasados como ustedes convivan con él — dijo saliendo de la casa con una sonrisa.

— Eres muy cruel — dijo Tabasco desde las escaleras.

El Omega salió de la casa tarareando alguna canción y con su maleta a un lado, en la otra mano Tlecuauhtli iba jugando con el saco de su papá; pidió un taxi llegando al aeropuerto para ir después a Canadá, dónde iba a ser la junta.

Durante todo el viaje se la paso viendo por la ventana, estaba cansado últimamente y no estaba muy de ánimos para salir. Sus estados estaban de algún modo preocupados por su comportamiento, pero sabían que el mayor no les iba a decir nada por más que insistieran; le veían más decaído. Además de que esté un día se fue y después regreso con un cachorro, México nunca les dijo quién era el padre y también les pidió que no le preguntarán por ello.

México realmente no tenía nada, o casi nada, solo estaba hasta el copete del trabajo y se estaba desgastando debido a eso. ¿Ocupaba un descanso? Si, pero no iba a descansar, era demasiado terco como para tomarse unos días. El mexicano pensaba que si mejor se presionaba para terminar su trabajo entonces después sería más fácil para él y quizá podría tomarse un descanso, por ahora solo estaba muy ocupado.

Miro a Tlecuauhtli que ahora mordía una de sus manitas, México le acaricio la cabecita hasta que el pequeño se quedó dormido.

[...]

Un par de horas después México ya estaba llegando a las tierras canadienses, miro a Canadá saludarle de lejos con una sonrisa amable. Aunque el Alfa se quedó confundido cuando le vio al bebé en los brazos.

Camino a él y le saludo con un apretón de manos; Canadá se extraño por eso, México siempre le daba un abrazo, aunque supuso que no lo hacía porque el pequeño bebé estaba en sus brazos.

— ¿Nos vamos güerito? Estoy cansado — dijo el mexicano llamando la atención del canadiense.

— Uh...¡C-Claro! — respondió guiando al Omega hasta llegar al auto que los llevaría hasta el hotel donde el mexicano se hospedaria. Tenía unas profundas ganas de preguntarle qué de quién era el cachorro, pero sabía que la respuesta iba a ser muy obvia.

El ambiente en el auto era un silencio total en el que México estaba leyendo unos papeles evitando toda conversación con el Alfa, mientras el bebé ya estaba jugando con la manga del suéter del canadiense. Al principio México le dijo al menor que no hiciera nada de eso, pero el contrario le dijo que no había problema con que el pequeño mordiera su suéter. Canadá le miraba de reojo al mexicano algo preocupado.

— ¿Nopalito, estás bien? — le pregunto llamando su atención al instante por el apodo.

— Claro Canadá, no te preocupes —  respondió después de soltar una risa.

Canadá no quedo muy convencido por esto, pero decidió no insistir, no quería molestarlo y ver a México enojado era algo que nadie en el mundo quisiera ver.

Cuando llegaron al hotel Canadá bajo las maletas, aunque el mexicano le dijo que no lo hiciera. Cuando llegaron a la recepción el canadiense le pidió al recepcionista la mejor habitación del hotel para el Omega, aunque de nuevo México le dijo que no hacía falta que lo hiciera. Tlecuauhtli solo aplaudió entre risas cuando Canadá le hizo cosquillas, el pequeño alegre se dejó hacer mientras que el canadiense también sonreía.

— ¿Paso en un rato por ti? — le pregunto el canadiense a México mientras caminaban a la habitación.

— Si quieres, gracias Canadá — dijo México sonriéndole al más alto.

— N-No hay de que — sonrió el canadiense apenado.

— Adiós Canadá.

El mexicano abrió la puerta de la habitación pero cuando iba a entrar Canadá lo tomo de la muñeca, México le miro confundido y algo serio también.

— ¿Q-Quien es tu Alfa? — pregunto el canadiense cabizbajo.

México cambio su semblante a uno más serio.

— No tengo, adiós Canadá.

El mexicano soltó su muñeca y entro al cuarto. Canadá se dió un golpe en la frente por hacer enojar a México, así que decidió irse y en la tarde pasaría por él y le pediría disculpas por ser entrometido.

Adentro del cuarto el Omega gruñó molesto dejando al pequeño en la cama rodeado de almohadas, mientras que México fue al baño para lavarse la cara.

Tlecuauhtli mientras en la cama miro a los alrededores abrazando las almohadas, después llamando a su papá cuando no lo vio. México salió del baño viendo al pequeño con lágrimas en sus ojos y sus manitas extendidas al mayor. México sonrió cargando al pequeño arrullandole en sus brazos y dándole unas palmaditas en la espalda.

— Ya pequeño, papá está aquí, tranquilo...yo todavía estoy aquí — dijo esto último mirando a la nada.

[...]

🇲🇽 || México papá soltero.

🇲🇽 || Tlecuauhtli significa "Aguila de fuego", nombre Náhuatl.

🇲🇽 || México es el único Omega entre los países. ¿Por qué? Porque él quiere ser Omega.

Pero en realidad los países no tienen género secundario, pueden cambiar de hombres a mujeres y entre Omegas, Alfas o Betas.

Pero cada uno de ellos adopta la forma en la que están más cómodos. Así ninguno tiene problemas con ser hombre, mujer o un género no binario. O tener sexos masculinos o femeninos.

Pero aquí todos serán hombres y Alfas, para que no se me confundan.

Espero que está mierda les guste y adiós.

🌹|| @JALISCO_ a sus órdenes.

[Se actualiza solo los miércoles]