En aquella habitación, habían hábitos nocturnos, rezar y cumplir con penitencias, a mi solo me tocaba rezar y dormir, una noche mientras dormía vi como Pedro entro y despertó a los chicos, estos salieron en silencio, a un salón al costado de la habitación, aquella sensación de que algo estaba mal como cuando era niño invadía mi cabeza, pero a su vez, me daba curiosidad, y fui tras de ellos! No podía creer lo que veían mis ojos, Pedro, Franklin y Roberto estaban teniendo sexo..! Sentía asco pero no podía dejar de ver a Franklin desnudo. No sabía que hacer, perdí la fuerza en mis piernas, mi respiración se tranco sentí que me desmayaba, volví como pude a la cama, y allí me quede hasta que amaneció, al día siguiente sentía ganas de llorar, pero a la vez eran celos o rabia, lo cierto es que no era bueno lo que sentía, llego la noche, y le pedí a frank que si podía dormir con él que tenía miedo, él dijo que sí que estaba bien, llego la hora de dormir y entra Pedro al cuarto, y escuché como frank le decía no puedo dejar al niño solo, otro día por favor, así Pedro se fue, y con él se llevo a Roberto, cuando salieron Franklin lloraba y besaba mi cabeza y decía, que ojalá yo pudiera salvarlo todos los días, me apretó a su pecho, y mi corazón quería saltar de nervios, entendí que Pedro los obligaba, a su vez no podía evitar ese rico olor del cuerpo de Franklin sentía cada olor y calor y empecé a tener erecciones,
Así pasaron los días y me inventaba pesadillas en el campamento para dormir con el, una para salvarlo y otra porque su cuerpo abrazándome se volvió un vicio.
Para entonces había pasado un mes y ya casi volvíamos a nuestras casas quedaba una semana de campamento, y yo me había convertido en la salvación de Franklin,
Una noche mientras dormía lo besé en los labios, y absorbiendo su respiración, acariciaba su pecho, él dormido nunca supo, pero Roberto me vio, y al día siguiente me hizo hacerle cosas en el bosque del campamento, llego la hora de volver, y yo extrañaría dormir en los brazos de Franklin.
