CAPÍTULO 6: EL INICIO

83 8 32
                                    

CALLIE

Después de 6 días en Londres solo puedo corroborar lo mucho que echaba de menos la ciudad.

No puedo explicar todo lo que estoy disfrutando pasear por cada calle, avenida y plaza de la capital.

Estos últimos días hemos preferido perdernos por los sitios más concurridos como Chinatown.

Mi hermano ha disfrutado especialmente de ese barrio, porque siempre le ha alucinado ese tipo de cultura. Estaba en su salsa, y yo estaba feliz de verlo tan alegre.

Hoy decidimos ir a uno de los sitios que más ganas tenía de ver: Notting Hill. Es de mis películas favoritas y necesitaba visitarlo.

Por eso mismo ahora nos encontramos por las calles del famoso barrio de Londres. Creo que no hace falta que diga que tengo una sonrisa imborrable en la cara. Estoy muy contenta.

–¿Queréis que vayamos a tomar un café? –pregunta el padre de Andrew y Peter.

–Claro, me muero por uno –contesto. Tengo una fuerte adicción al café. Necesito tomar al menos dos al día.

Nos dirigimos hacia una cafetería cercana, bastante pintoresca. Me encanta. Combina a la perfección con el barrio y sus casas.

Tenemos que juntar dos mesas para poder sentarnos todos, y en cuanto lo hacemos una camarera se acerca a tomarnos nota.

Cuando se va comenzamos a hablar de lo que hemos estado viendo estos días y lo que más nos ha gustado.

–Creo que lo mejor fue Buckingham Palace. Es una pasada –cuenta Peter.

–Pues a mí me gustó más ver el cambio de guardia. Era una experiencia que había que vivir y no me arrepiento de nada –dice mamá, y papá la secunda.

–Yo estoy de acuerdo con Will –nos sorprende Jeremy–. Chinatown me parece el mejor barrio de todos.

–A mí me encantó el museo de historia –interviene Mary.

–Pues yo creo que Leicester Square fue el sitio perfecto –habla Andrew después de un largo rato.

Se gira hacia mí y me dedica una sonrisa cómplice que no dudo en responder.

–Sí, opino igual –respondo.

Las cosas con Andrew estos días me están haciendo sentir genial.
Vamos poco a poco, intentando recobrar la confianza que teníamos antes e incluso mejorarla. Me trata mejor que nunca y sigue sin poder tener las manos alejadas de mí durante mucho tiempo. Lo hace solo porque no queremos contar nada a nuestros padres hasta que todo sea más sólido. Es una decisión que tomamos juntos. Que nuestros hermanos o amigos lo sepan es una cosa, pero que nuestros padres sepan que estamos juntos de nuevo después de saber que lo dejamos hace bastante tiempo es otra totalmente diferente.

Ya habrá tiempo de contárselo.

Nos traen nuestros cafés y los diferentes dulces que hemos pedido para desayunar y comenzamos a comer en silencio. Se nota el gran apetito que teníamos al entrar al local.

Veinte minutos después pagamos la cuenta y acordamos dar un paseo por el barrio.
Estoy oficialmente enamorada de este sitio.

SaudadeWhere stories live. Discover now