Capitulo 4

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Las dos horas restantes de clases trate de actuar lo más normal posible, pero en el fondo sabia que algo en mi interior no estaba bien. Era extraño porque aunque ya había estado triste antes, esta tristeza era diferente.
Al sonar el timbre que anunciaba el fin de ese día de clases, tome mis cosas lo más rápido que pude y salí corriendo de ahí. Al ver a mi mamá parada enfrente de la escuela esperándome sentí un gran alivio al saber que por fin podía ir a casa y olvidarme de todo.
En el camino a casa, mi mamá me pregunto como me había ido en la escuela, pero yo no quería hablar sobre eso, así que solo le dije que había sido un día normal como cualquier otro. Al ver su cara, note que no me había creído pero opto por no preguntar nada más. Gracias mamá.
Al llegar a casa fui directamente a mi cuarto, me acosté en la cama y empeze a llorar, así sin más, sentía que mi pecho dolía y estuve así hasta que sentí que tenia los párpados súper hinchados. Me levante, fui a verme al espejo y me sentí tonta al ver como tenia la cara. Mientras trataba de calmarme, se me vino a la mente algo que esta omitiendo y era bastante importante: ¿Quien le había dicho a Ian que me gustaba?
Me seque las lágrimas, y rápidamente me puse a pensar en ese asunto, tomé el teléfono y le marque a mis amigas, pero resulto que al hablar con ellas, ninguna me confesó algo, es más, negaron el haber comentado algo al respecto. Yo tenia la mente tan revuelta que no sabia que pensar. De repente mamá toco la puerta y me dijo que bajara a comer, así que me olvide de todo un rato y baje a convivir con mi familia, era como una especie de medicina que siempre me ayudaba a sentirme mejor.
Al bajar a comer, noté que mi papá, mi mamá y mis hermanos me miraban, supongo que era porque aun tenia la cara muy roja, pero aún así nadie dijo nada y sentí un peso menos de encima.
Ese día, por la noche, no pude dormir, sentía que algo se me había roto por dentro y me dolía al respirar.
Al dia siguiente, no quize ir a la escuela. Me dolía horrible la cabeza. Mamá penso que estaba fingiendo para no ir al colegio, pero casualmente el dolor era real, apenas y podía pararme de la cama para ir al baño. Casi todo el día estuve acostada, pensando y preguntándome porque me sentía así. De repente tocaron a mi puerta, era Dany, mi hermana mayor. Entro y se sentó a mi lado.
- ¿Como te sientes?
- Mejor, pero aún me duele un poco la cabeza...
- Deja te reviso - Y comenzó a tocar mi frente.- No, no tienes fiebre, quizá solo debas descansar.
- Supongo que si...
- Bueno, si necesitas algo, avisame.
Cuando ya se iba, tuve la necesidad de detenerla y contarle todo lo que había pasado. Ella me miraba sorprendida pero prestando mucha atención a todo lo que le decía.
- ¿Que opinas? ¿Estoy exagerando?- Le dije.
- No. Solo te hace falta aprender sobre estas cosas.
- ¿Como que?
- Que cuando el amor no es correspondido, duele, pero se puede superar siempre. Además eres muy chica, veras que con el tiempo se te va a olvidar. Pero debes tener en mente que esto te puede pasar muchas veces hasta encontrar a la persona correcta.
- ¿En serio?
- Si. Tu no te preocupes. Y no te sientas mal. A todos nos han roto el corazón.
- Gracias hermana.
- Para eso soy tu hermana mayor.

Despues de la platica con mi hermana, por alguna razón me sentí más animada y la tristeza ya era menos pesada. Baje a cenar y estuvimos platicando todos sobre como nos había ido. Como todos sabian que me dolía la cabeza, estaban preocupados y me preguntaron como me sentía, y no tuve que fingir estar bien, porque de verdad me sentía bien.
Al día siguiente me levante temprano para ir a la escuela. Me había olvidado del tema de Iván y pretendía seguir así. A final de cuentas, si a el le gustaba otra niña, estaba en su derecho, no podía obligarlo a sentir algo por mi y no iba a sufrir por eso toda mi vida. Además pronto íbamos a salir de la primaria para entrar a secundaria y yo estaba muy emocionada por eso.
Al llegar a la escuela; mis amigos y amigas me preguntaron como estaba y que porque había faltado a clases, me alegro saber que se preocupaban por mi. Salude a todos como de costumbre, incluso a Ian, comenzaron las clases y todo era normal. Cuando sonó el timbre para salir al recreo, salimos todos a jugar y me la pase increíble, pareciera que después del dolor que sentía ayer, era recompensada con una felicidad maravillosa.

Más tarde supe que Ian y Michelle eran novios. Me sorprendió saber que en mi ausencia ellos habian estado hablando y se hicieron novios porque los dos se confesaron que se gustaban, pero al mismo tiempo me sentía feliz por ellos porque su amor era correspondido. Quizá muchos pensaran que a esa edad no se puede amar y que los noviazgos no son nada serio, y conforme uno crece se va dando cuenta de eso, pero aún asi, la primer persona que te gusta siempre es especial.
Faltaba aproximadamente un mes para nuestra graduación, y todos estábamos felices por pasar a una nueva etapa, aunque también estábamos tristes porque todos iríamos a escuelas diferentes y era probable que no volviéramos a vernos.
A mi me agradaba la idea de entrar a secundaria y hacer nuevos amigos, aunque siempre he sido un poco tímida, no me asustaba mucho la idea de empezar de cero en un lugar nuevo.
Los siguientes días estuvimos ensayando el vals para la graduación, cuando toco que nos pusieran en parejas, para mi buena o mala suerte me toco bailar con Ian y no sabia si sentirme feliz o apenada, pero conforme ensayábamos los pasos, bromeabamos y era bastante divertido. Empeze a ver a Ian como un buen amigo y el dolor que sentía al verlo se fue desvaneciendo con el tiempo. Así que disfrute mucho que el fuera mi pareja de baile. Es más, puedo asegurar que todos nos divertimos mucho y disfrutamos estar juntos como grupo.
Cuando llego el día de la entrega de calificaciones, casi todos estaban nerviosos porque algunos sabían que habían bajado un poco su desempeñó y que sus papás se molestarían con ellos, pero no fue así, todos los papás parecían contentos, supongo que era porque sabían que nosotros, sus hijos, estábamos creciendo y que en poco tiempo dejaríamos de ser unos niños y empezariamos a vivir la adolescencia. Recuerdo que muchas niñas de mi salón, además de los cambios físicos, ya habían tenido su primer menstruación. Esa era una señal de que poco a poco el cuerpo se iba transformando. Yo aun no tenia cambios en ninguno de los dos aspectos, pero de cualquier manera siempre estaba preparada, por si las dudas.
Ese día al llegar a casa, estuve platicando con mi familia sobre los nervios que tenia de bailar el vals al día siguiente, ellos me aconsejaron y apoyaron. Sabia que cada uno de ellos iría a la ceremonia de clausura y eso hacia que me sintiera mas nerviosa pero al mismo tiempo, feliz. Después de comer y platicar, subí a mi cuarto a ensayar un poco y después tome un baño, el sentir el agua caliente cayendo en mi cuerpo, siempre me ha parecido de lo más reconfortante. Después de salir del baño, fui directo a la cama a acostarme, mis papás fueron a darme las buenas noches e inmediatamente me quede dormida. Esa noche tuve un sueño bastante raro sobre algo que no diré porque es muy vergonzoso.

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