Capítulo 25

6.8K 565 41
                                    

—¿Cómo has estado, pequeña? —el acento del hombre era mucho más marcado y no reconocía completamente de qué época podía provenir, pero Edward estaba seguro que tenía muchos años viviendo.

—Demasiado bien —ambos Vlad se separaron y la mirada del hombre cayó en el chico Cullen, quien trago ponzoña por la intensa mirada que le daba el abuelo Vlad.

Ni siquiera Gastón lo había intimidado tanto como el hombre que apenas si lo había mirado una vez.

El abuelo Vlad lo observó de arriba a abajo, viendo como toda su ropa estaba manchada de rojo, una imagen que le agradó mucho, pero cuando el olor de ese líquido que ya se había secado llegó a sus fosas nasales, frunció el ceño.

—Abuelo, él es Edward Cullen, mi novio —habla Estella antes de que su abuelo hiciera un mal comentario.

El abuelo Vlad era bastante distinguido en el mundo sobrenatural, sobre todo en el vampiro, por eso siempre pasaba por alto e ignoraba a cualquier vampiro evolucionado, no entendía cómo habían pasado de quemarse bajo la luz del sol, a brillar cual bola disco, tal como Estella llamaba a su novio.

Si bien, a pesar de sus convicciones al respecto de los vampiros evolucionamos, al ver los ojos del cobrizo y su ropa manchada de sangre, pudo percibir que Edward no era del todo evolucionado, algo que sin duda le agradó, sólo un poco.

<<Edward, él es mi abuelo... —el hombre alzó una ceja en dirección a su nieta y esta mordió su labio antes de hablar nuevamente— el Conde Drácula.

Edward los miró bastante asombrado, su mente no procesaba el hecho de que El Conde Drácula, ese que contaban en las leyendas y sacaban en películas, fuera real.

—¿Drácula?

—El mismo —el abuelo Vlad estiró su mano para saludar como es debido al novio de su nieta.

Drácula existe. El hombre soltó una risa por lo bajo al leer los pensamientos del chico.

—Sí, Edward, Drácula existe —la sorpresa invadió al cobrizo, nadie nunca había leído su mente, eso era lo de él—. Y dime, vampirito ¿Por qué osas salir con mi nieta sin mi consentimiento?

El cobrizo tragó ponzoña ante la pregunta y la intimidante mirada que el abuelo Vlad le daba.

Ni siquiera sabía que Drácula existía. Pensó. ¿Qué le puedo decir? Le diría que amo a Estella, pero tampoco se lo he dicho a ella.

Vamos Edward, piensa en algo.

Al parecer al joven vampiro se le olvidó que hacía menos de dos minutos, el hombre le había leído la mente.

Y el hecho de que Drácula haya escuchado que Edward dijo que ama a su nieta era algo que sin duda le alegraba, pues ni siquiera Nicolas, había pensado alguna vez en amar a la rubia, al menos no sé buena manera, por eso en abuelo Vlad había intervenido en esa relación.

El Conde Drácula, gracias a los diferentes dones que poseía, se dio cuenta al instante que Edward no sólo estaba enamorado de su nieta, sino que la amaba.

—Abuelo, no hagas esto —habla la rubia, mientras que Edward seguía absorto en los pensamientos que el abuelo Vlad estaba escuchando—. Papá ya habló con él.

—Tú padre no es tan decidido, pequeña —al escuchar eso, Edward recordó la plática que tuvo con el patriarca Vlad, cuando le contaba una parte de su historia con Marian, y Drácula escuchó cada uno de sus pensamientos—. Bien, lo dejaré, solo porque no es un vampiro tan evolucionado.

—¿Qué quiere decir? —cuestiona el cobrizo saliendo de sus pensamientos y con el ceño fruncido.

—Los vampiros evolucionados no pueden controlar el cambio en sus ojos —explica el hombre mientras se sienta en el sofá y hace un ademán con su mano para que su nieta y el cobrizo lo imiten—. Y es evidente que se han alimentado de sangre humana.

Edward hace algunos meses se avergonzaría de haber bebido sangre humana, pero ahora era algo tan normal en él, que no se inmutó.

<<Pero yo tengo una pregunta —Estella se tensó ante la mirada de su abuelo, cosa que no pasó desapercibido por Edward—. ¿Por qué te alimentaste de un escudo?

La rubia se encogió en su asiento. Edward estaba bastante confundido por lo que había dicho Drácula.

—¿A qué se refiere? —no pudo evitar preguntar.

—Cuando un vampiro tradicional se alimenta de algún humano con el don del escudo, nuestros dones vampíricos se bloquean, en algunos solo es por dos semanas, otros incluso un mes.

Edward miró con preocupación a su novia, pero esta solo evitó su mirada.

<<El problema es que Estella no tiene ningún don —eso asombró al cobrizo—. Y al no tener ningún don, se bloquean sus habilidades, la velocidad y la fuerza se convierte incluso más débil que la de un vampiro evolucionado —Edward recordó que una vez su novia le explicó que los vampiros tradicionales tenían casi el doble de fuerza que los evolucionados—. Y también las habilidades que ha desarrollado.

Estella Vlad podría no tener ningún don, pero con los años, su abuelo le ayudó a desarrollar el poder de salir de su cuerpo, justo como lo había hecho en el instituto de Forks hacía más de un mes. También había podido llegar a leer la mente, pero solo dos veces por mes, por eso no lo ocupaba, sin considerar que la debilitaba.

La rubia no le había dicho nada a Edward porque quería compartir con él el recuerdo de que juntos habían matado a la chica Swan, algo un tanto macabroso para los humanos, pero un tanto romántico en los vampiros.

—No pasa nada, abuelo. No es como si los ocupara siempre.

—Para todos nosotros es importante tener nuestras habilidades, así podemos protegernos —Estella evitó rodar los ojos, pues a su abuelo no le gustaba que hiciera esa acción.

—¿De qué me tengo que proteger? Solo está mi fiesta y hay mucha seguridad en el castillo —la sorpresa en el cobrizo incrementaba a cada instante.

—Tengo que irme, pero hiciste muy mal, Estella —la rubia sabía que su abuelo se había enojado un poco, siempre que la llamaba por su nombre era porque había hecho algo que no estaba de acuerdo—. Solo quería darte la bienvenida a tu nueva casa —en los labios de Estella se formó una sonrisa.

—¿En serio? —su abuelo asintió—. ¿Solo mía? —Drácula volvió a asentir. Estella se levantó y lo abrazó—. Gracias.

—Tú vestido para mañana está en la habitación principal, y ahora también hay ropa para Edward.

—Gracias, Conde Drácula —Edward hizo una pequeña reverencia con su cabeza.

Ella es lo más preciado de la familia Vlad, no me decepciones, Edward —el cobrizo asintió a las palabras que Drácula dijo en su mente. Era muy extraño, pero el Conde incluso sintió que Edward pertenecía a su familia, algo que ni Nicolás había logrado hacer.

—Nos vemos mañana, pequeña —sin decir más, el abuelo Vlad se esfumó entre el humo negro, tal como había llegado. 



Mañana subiré capítulo. 💗

¿Qué? ¿Pensaron que Drácula no aceptaría a Eddie? Este Edward me gusta mucho, claro que lo aceptaría.

¿Por qué Drácula intervendría en al relación de Estella y Nick?

Espero les haya gustado este capítulo.

Saludos a todos.

Jocelyn C.

Una Vampira Diferente «Edward Cullen»Where stories live. Discover now