Naruto 666

Capítulo 12

Todos veían como él tipo de la armadura blanca sabiendo que era él Vaninshin Dragón que los veía desde el cielo como presumiendo ser mejor que ellos.

Quien fue él que acabó con mi objetivo. Dijo él de la armadura siendo su voz masculina símbolo que era un hombre él poseedor de la Sacred Gear Dividin Gear.

Ella, la rubia de trenza. Dijo Naruto con todos viéndolo en shock excepto sus esposas que ya sabian que planeaba su esposo.

Oye tu enana de la trenza ven y pelea con migo ya que me haz quitado mi blanco. Dijo él Vaninshin de manera presumida.

Mientras entre las esposas de Naruto solo suspiraron en pena para el portador de Albion.

Pobre Arter lo matara. Dijo Venelana con pena.

Eh a que te refieres tía. Dijo Rîas curiosa pero de pronto todo él lugar se sintió un frío de terror que obligo a todos a cubrirse para tratar de calentarse ante él frío.

Sip Ar-tan esta molesta. Dijo Serafall que estaba como su nada al igual que las demás esposas de Naruto junto a Arturia que se puso al lado de su marido dejando a su hija que emanaba ese frío.

Me dijistes enana. Dijo Arter en voz baja y de una manera que a aquel que este dirigida esas palabras seguro estaría congelado.

Y que acaso no escuchastes enana o acaso necesitas a tu papitos para que escuchéis jajajajajaj. Se burlo él Vaninshin Dragón causando que él sitio estuviera liberándose una sensación de terror que hizo a las herederas y sus séquitos arrodillarse del miedo.

TE MATARE. Grito Arter furiosa sacando dos pares de alas de dragón de su espalda y orejas junto a cuatro colas de zorro.

Lanzándose donde al portador de Albion que no se movía del miedo llego justo atrás de él para darle una patada en toda la espalda haciendo que toda la armadura sea hecha pedazos junto a caer al suelo en picada a una velocidad que lo hizo enterrarse en él suelo.

Donde él portador cuando se levanto solo fue aplastado nuevamente en él suelo levantando una nube de polvo al Arter caer en toda su espalda con fuerza mientras todos oían claramente él sonido de huesos romperse donde suponían su esa fue la espalda del portador.