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Jisung se quitó los audífonos en cuanto entro a la tienda de conveniencia. Quería comprar una sopa instantánea y un dulce para comer antes de llegar a su casa. Perdería un rato de tiempo ya que sus padres se encontrarían esperándolo e inventaría la excusa de que estuvo estudiando hasta tarde.

La campanita se hizo escuchar en cuanto se adentró y fue directo al pasillo de chocolates. Vio uno en específico que llamo su atención y cuando estuvo a punto de tocarlo fue interrumpido por una voz familiar.

─ ¿Vas a agarrar ese chocolate? ─pregunto Taeyong detrás suya─. Pero si eres alérgico a la avellana.

─Ay, que susto. ─hablo Jisung llevándose su mano hasta su pecho. De la nada había aparecido Taeyong, juraba que nadie mas estaba en la tienda a excepción del empleado─. ¿Qué hacen aquí? Les juro que llamare a la policía.

─Hazlo, me da curiosidad saber que diras. ─se le unió Doyoung a su lado, mirando los chocolates como si fuera un cliente normal─. Llévate el que tiene chocolate blanco, ese me gusta.

─ ¡Disculpe! ─grito Jisung totalmente ignorando a los dos altos hombres. El empleado volteo a verlo desde la caja─. ¿Puede llamar a la policía? Dos raros me esta siguiendo.

─ ¿Quiénes? ─pregunto el empleado extrañado.

─Estos dos de a...

Jisung cortó sus palabras al ver que no había nadie. Este miro a su alrededor en busca de Doyoung y Taeyong pero no los encontró.

─ ¿Qué acaba de pasar? ─se pregunta Jisung sintiéndose confuso y hasta tuvo escalofríos─. Estaban aquí hace unos segundos...

Jisung dejo el chocolate en su lugar y fue directo al pasillo de sopas instantáneas, ignorando la escena segundos atrás. Tomo uno y lo soltó de inmediato al momento en que Doyoung apareció.

─Ya no es divertido, no llames a la policía. ─aclaro Doyoung recogiendo la sopa instantánea que dejo caer por el susto que volvió a darse, se la extendió─. Ya dijimos que no te haremos daño.

─ ¿Qué son ustedes? ─pregunto Jisung en bajo y dando una rápida mirada al empleado para asegurarse que no los estuviera viendo. Pero solo estaba enfocado contando el dinero.

─Ángeles. ¿No parecemos unos? ─pregunto Taeyong acunando su rostro y sonriéndole con ternura para después guiñarle un ojo, viéndose más tierno.

─Los ángeles no son así. ─susurro y le arrebato su sopa─. Ellos tienen alas y están en el cielo...no en el mundo.

─Tenemos alas, pero no las puedes ver. ─Doyoung mintio.

Jisung lo miro incrédulo, era lo mas raro que alguien le había dicho. Tan solo imaginarle le causaba un alboroto.

─Si son ángeles, pruébenlo.

Doyoung y Taeyong intercambiaron miradas sin saber que hacer, no era como si tuvieran súper poderes.

─ ¿Por qué no comes algo saludable? Las comidas instantáneas no son sanas para ti. ─dijo Taeyong cambiando de tema.

─Lo sabía, no son ángeles.

─Paga tu comida y un paraguas, parece que nunca tienes uno. Siempre que llueve dejas mojarte porque te enfermas y asi tienes una excusa para no ir a clases.

─ ¿Cómo sabes eso? ─pregunto Jisung abriendo un poco la boca sorprendido.

─Porque estuvimos a tu lado desde que naciste, desde el día uno. ─hablo Taeyong y solo causo miedo en el menor.

─Compra tu paraguas, va a llover.

─No puede llover, siempre llueve en las tardes. Ahora es noche, tal vez en la madrugada pero no ahora.

─Lloverá si yo quiero. ─lo siguiente que sucedió fue que Doyoung le dio una sonrisa de diversión para después chasquear los dedos.

Jisung llevo su mirada hacia afuera de la ventana de la tienda. Se quedaron en silencio por unos instantes hasta que de la nada el sonido de la lluvia chocando contra el vidrio de la tienda comenzó a sonar. El menor dejo esa sopa y salió a gran velocidad.

─Y aquí vamos de nuevo...─susurro Doyoung siguiéndolo.

Las calles estaban frías y oscuras con carros y personas en sus propios mundos. Pasaban personas apresurando el paso con la lluvia haciéndoles compañía. Jisung extendió su mano sintiendo las gotas de agua.

─ ¿¡Pueden controlar el clima!? ─grito Jisung con la vista al cielo.

─Algo así. ─dijo Taeyong sin querer admitirlo.

─ ¿¡En serio son ángeles!? ─volvió a gritar, esta vez con emoción, pero Doyoung le pidió que se callara al tener pocas miradas en ellos─. ¿Cómo-o? No se ven como unos, no tienen alas, no-o...

─Eso es solo ficción. ─dijo Taeyong jalando a Jisung hacia un pequeño lugar con techo para que no se mojara─. Iré a comprar un paraguas, quedate aquí con Doyoung.

─No. ─lo detuvo Jisung lleno de preguntas─. ¿Cómo es el cielo? ¿Hay más ángeles? ¿Qué poderes tienen? ¿Pueden volar? ¿Cómo tienen dinero? ¿Les duele si se lastiman?

─Podemos responderte esas preguntas pero si seguimos aquí vas a terminar con un resfriado.

─ ¿Ustedes igual? ¿Pueden enfermarse?

─No...─respondió Doyoung─. Pero no somos tan diferentes a los humanos como crees.

─ ¿También pueden hacer que deje de llover?

─No, no podemos. Si llueve entonces ya es dejárselo a la naturaleza. No lo hacemos seguido, esta vez Doyoung solo lo hizo para demostrártelo y porque es temporada de lluvia.

─ ¿Por qué? Si yo tuviera eso haría que lloviera cuando lo necesitara. ─admitió Jisung.

─Recuerda que un pequeño cambio para nosotros puede ser uno grande para otro. Si hacemos que llueva cuando nos de la gana puede que arruine a una persona de bajos sin techo, tal vez que mejore el día de alguien después de un largo trabajo o hasta ayudar a una pareja con un beso bajo la lluvia. Cada quien lo interpreta a su manera.

─O hacer que haya un accidente automovilístico y esa persona muera. ─arruino el momento Doyoung─. Aunque no te des cuenta pasan muchas cosas cuando llueve.

─Buen punto. ¿Solo estarán a mi lado, no? Habían dicho que son mis ángeles.

─Tus ángeles guardianes, así es. ─afirmo Taeyong asintiendo.

─ ¿Entonces se quedaran conmigo para siempre? ─pregunto Jisung con una enorme sonrisa─. ¿No es así? Fue mi deseo.

─ ¿Tu deseo?

─Cada vez que soplaba un diente de león deseaba que alguien estuviera a mi lado, como un ángel guardián.

─Ay, eso...sí. ─supuso Doyoung.

─No te preocupes, nos quedaremos a tu lado para siempre. ─dijo Taeyong sintiendo su corazón derretirse por esos ojos brillosos del menor.

Jisung asintió, satisfecho por su respuesta. 

DandelionWhere stories live. Discover now