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Mark sintió toda su visión tornarse borrosa y las náuseas dándole la bienvenida.

"Última vez que tomo", pensó teniendo en mente que al día siguiente tendría un dolor de cabeza insoportable. "Primera y última vez"

Trato de seguir recto pero sin darse cuenta sus pies le dieron una mala jugada y termino en el suelo, quejándose en alto de que la palma de su mano dolía al usarla de soporte y no caer completamente.

─Levántate, uno de los profesores viene a hacer chequeo. ─dijo Chenle detrás. Lo ayudo a ponerse de pie y Mark volvió a tambalearse pero se estabilizo abrazando a un árbol cerca de él─. Solo bebiste tres, no es para tanto...bueno, es tu primera vez, lo entiendo. Creo.

Mark soltó un bostezo y sus ojos comenzaron a volverse flojos por tanto sueño.

─Te ayudare a volver a tu cabaña. ─se ofreció acercándose para tomar uno de sus brazos y colocarlo encima de su hombro para que pudiera caminar.

─No sabía que te importaba. Déjame. ─susurro Mark soltando un bosteza.

─Estoy interesado en ti. ─admitió con una sonrisa pero a Mark le disgusto. El menor solo se dedicó a ayudarlo a caminar con cuidado─. ¿Jisung te trata bien? ─pregunto de la nada.

─ ¿Para qué quieres saber? Metete en tus asuntos. ─le dijo con molestia para después empujarlo lejos.

─Eres un tanto grosero cuando tomas, ten eso en mente. Toda tu actitud cambio drásticamente.

─Se por donde voy. ─comenzó a caminar, de milagro no volvió a tambalearse.

Chenle no perdió el tiempo y camino a su lado con las manos guardadas en sus bolsillos frontales de sus jeans negros. Su excusa seria que vigilaría al mayor.

─Dije que caminare solo.

─Yo también dije eso una vez y terminé perdiéndome, tenia nueve años. ─bromeo y Mark lo miro furioso─. Solo trataba de animarte.

─Se lo que hace-es. ─tartamudeo en bajo y apresuro su paso, Chenle le siguió─. No conseguirás nada de mí.

─ ¿Ni siquiera un beso?

Mark paro en seco por esa pregunta, lo había sorprendido por unos segundos. No sabía si estaba jugando o si era una broma porque la sonrisa juguetona de Chenle seguía en su rostro, divirtiéndole todo esto.

─ ¿Eso también robas?

Mark rodo los ojos y siguió su camino.

─Me gusta este Mark extrovertido. Antes eras muy tímido y nervioso, eso me desesperaba y hasta molestaba. Pero ahora pareces en un hechizo. ─soltó encantado por el mayor─. Dicen que cuando uno esta borracho muestra su verdadero ser, creo que este es el tuyo.

─Déjame en paz, en verdad.

Chenle se colocó frente a Mark y este se detuvo casi tropezándose. Dio dos pasos para atrás al tenerlo tan cerca, de alguna manera lo ponía nervioso.

─ ¿Eres gay?

─Tengo novio. ─mintió Mark pero eso fue lo que menos le importo. Quería deshacerse de él.

─ ¿En serio? ¿Quién?

Quería decir su nombre pero no tuvo la valentía ni el coraje. Ni siquiera habían sido novios, sólo fueron...algo.

Mark sintió los momentos golpearle y sus ojos comenzaron a cristalizarse. Ya había pasado un tiempo y seguía con ese dolor en su corazón.

─ ¿Rompieron? ─pregunto Chenle sorpresivo─. El alcohól te vuelve muy distinto, te lo digo. Ni empieces a llorar, no se como consolarte, asi que ni te atrevas a derramar una lagrima.

Mark decidio irse. Dio vuelta sintiéndose humillado e inútil.

Lo extrañaba, mucho. Pero se juró que nunca lo volvería a ver, pero ahora parecía que su mente no dejaba de pensar en ese hermoso chico que conoció en Canadá.

Cuando llego a la cabaña Jisung lo recibió con todas las luces apagadas, al parecer ya estaba dormido. No dudo en acercarse a él pero recordó lo que había pasado en el juego de horas atrás. La culpa le llego. No debío responder su nombre y menos a esa pregunta.

─Jisung. ─susurro este agitando su cuerpo levemente. Este no reacciono, solo dormía pacíficamente─. Jisung. ¿Estas despierto? ─volvió a sacudirlo

El pequeño Jisung soltó un bostezo y se giró completamente para tratar de acostumbrarse a la oscuridad y encontrar de alguna manera el rostro de Mark, cosa que el mayor se sintió aliviado porque así no vería su rostro lleno de lágrimas.

─ ¿Si? ─pregunto este tratando de tocar la cama hasta encontrarse con la mano de Mark, le dio un apretón─. ¿Qué horas son?

─No lo se.

─ ¿Podemos hablar mañana? Tengo sueño, no me siento bien.

Jisung somnoliento volvió a dejar caer su cara a la almohada y siguió durmiendo. Mark se puso de rodillas frente a la cama y se recostó en las cobijas que cubrían al menor. Saco su celular de su bolsillo y busco ese contacto desconocido.

Mark miro el chat y después el teclado, ¿en serio le hablaría? ¿rompería su orgullo?

Comenzó a teclear.

¿Sigues en Vancouver? ¿Volviste?

La pantalla ilumino su cansado y triste rostro en toda la oscuridad. El sonido del bosque se escuchaba y de alguna manera lo relajo. Continúo escribiendo sin tener algún sentido de detenerse.

Cumple tu promesa.

Ahora, te obligo a hacerlo.

No aguanto más, hizo un puchero para comenzar a sollozar. Eso causo que Jisung lo escuchara y volteara su cuerpo por completo en un rápido movimiento de preocupación para ver a Mark.

─ ¿Estas llorando? ─pregunto en bajo.

─Si-i. ─respondió en un hilo de voz─. Lo extraño. ─se le quebró la voz cuando lo confeso.

Jisung no pregunto ni dijo nada más. El mismo sabia que en ese tipo de situaciones lo mejor era estar en silencio.

Mark apago su celular y se metió entre las cobijas de su amigo sin querer dormir solo. Se acercó a su cuerpo para abrazarlo sin previo aviso y escondiendo su rostro en su pecho, sorprendiendo al menor por completo.

Se soltó a llorar en alto después de mucho tiempo, tal vez era el alcohol que lo puso sensible o tal vez quería sacar toda la preocupación que se había guardado, no sabia, pero al menos se sintió mejor cuando Jisung le correspondió su abrazo y no hizo preguntas.

DandelionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora