Capítulo 1|Un día ordinario

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Advertencia


•Violencia.
•Homofobia.
•Relaciones sexuales explícitas.
•Otros temas que podrían ser sensibles.

Solo quiero dejar en claro que, en ningún momento se intenta romantizar las actitudes y/o personalidades de mis personajes, y mucho menos que sus acciones siempre serán las correctas. Es solo ficción.


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—Tengo demasiada hambre —dije más para mi mismo que para mi mejor amiga—, podría comer un dinosaurio completo si aún existieran.

Ella me miro divertida—Pues yo prefiero un Sándwich.

—Una hamburguesa —hable sintiendo el sabor en mi boca.

—Uy, si.

Nuestros pasos eran apresurados, ya que no podíamos llegar tarde a nuestra clase de Matemáticas, el profesor es muy exigente con la puntualidad y no quiero que me llame la atención por no llegar a tiempo.

Lo primero que llamo la atención de mis compañeros de clase fue la gran cerradura que nos impedía entrar al aula, al parecer el profesor no se había presentado el día hoy... si de algo es llamativo las escuelas públicas son que nos cierran las puertas de nuestras aulas como si fuésemos a robarnos el pizarrón.

—Perfecto —dijo una compañera mientras tomaba su mochila del suelo—, de igual manera no quería entrar a su clase.

Y dicho esto comenzó a caminar para irse a quién sabe donde. Algunos de mis compañeros también comenzaron a alejarse mientras que los más "Aplicados" se quedaron a esperar en la puerta por sí llegaba el profesor, obviamente nosotros no estábamos en ese grupo.

—¿Vamos a comer? —me preguntó mi amiga—No creo que llegue ahora.

Asentí y comenzamos a caminar hacia la cafetería de la preparatoria la cual no quedaba muy lejos de donde estábamos.
Los pasillos se encontraban con pocos alumnos, ya que ahora mismo todos deberían de estar en sus aulas, solo habían unos cuantos caminando al lado contrario que nosotros.

Adeline pidió un delicioso Sándwich acompañado con Doritos, tardo más de cinco minutos en elegir su bebida, pero finalmente se decidió por una Coca Cola, mientras que yo me decidí esta vez por una hamburguesa acompañanda con Chetos y una bebida Pepsi.

—No entiendo por qué bebes Pepsi —dijo con su boca llena—, su sabor me recuerda al medicamento.

—Claro que no, es mejor que la Coca Cola —fruncí el entrecejo al ver que ella prefería la otra bebida.

—¿Cómo puedes decir eso? —dijo elevando un poco la voz, ofendida por supuesto.

—¿Cómo puedes tú decir que es mejor la Coca Cola?

—Porque lo es... —soltó una pequeña risita, hablando con obviedad —Es como si estuviéramos comparando a Dean Aniston del equipo de baloncesto con Julius Cox el hijo de la profesora de Literatura.

—Yo prefiero a Julius —dije antes de beber mi gaseosa—, se ve que es más interesante.

—¿Qué? —se llevó una mano al pecho.

—Dean es la definición de la palabra idiota — llevé mis manos al aire como si allí se encontrara la palabra.

—Tengo que admitir que tienes razón en eso —asintió con la cabeza—, pero solo en eso. Además, no tiene sentido que llames a mi Dean idiota si te gusta un patán.

CONQUISTANDO EL CORAZÓN | BLWhere stories live. Discover now