Capítulo 36|Tus lunares son estrellas

5 1 0
                                    

Estaba sentado mientras comía mi almuerzo con mis amigas y con Nick, quien últimamente se la pasaba todo el tiempo con nosotros y ya no le había visto hablar más con Asher, al parecer había pasado algo extraño entre ellos dos y ya no mantienen mucho contacto.
Moe tampoco habla más con él y tampoco sé la razón, poco a poco se está alejando más de sus amigos, y no solamente de ellos, también se está distanciando de mí y de nuestros papás. Prometí ya no meterme demasiado en ese tema, y no lo hago, solo que es extraño y triste que ahora ya no sea como antes.

Pero estoy feliz con mis amigos, ellos están ahí siempre.

Ya han pasado dos semanas y Noah y yo también nos hemos distanciado, no sé la razón... ni él ni yo nos acercamos al otro para conversar. Únicamente nos hemos visto de lejos y cruzamos miradas, pero por alguna razón no decimos nada. ¿Estará molesto conmigo? No lo creo, no hubo nada que haya hecho para molestarlo, tal vez lo incomode la última vez.

Quiero ir con él y preguntarle qué pasa, pero también quiero esperar para saber si me busca, y si no lo hace... entonces tendré que dejar aquellos sentimientos de una vez.

-¡Gohan! -habló más fuerte.

-¿Eh? ¿Qué? ¿Qué pasa?

-¿Estás bien? Moe lleva tiempo hablándote y parece que estás en la luna -pronunció Adel tocando mi frente, como si tuviese fiebre.

-Sí, estoy bien -retire su mano, me gire con el chico que estaba de pie al lado de mí, tenía tiempo que no lo veía -. ¿Me hablabas?

Asintió, se veía un poco raro y triste a la vez, parecía que algo le pasaba y tenía sus ojos rojos mientras que unas manchas bajo estos le acompañaban, no había dormido y pareciera que había estado toda la noche mojando su almohada con lágrimas.

-¿Podemos hablar? -su voz no se escuchaba muy bien.

-Claro -me levanté de la silla dándole una rápida mirada a Adel de confusión, quien solo levantó los hombros y negó con la cabeza.

Caminamos en silencio, seguía sus pasos para que me llevara a un lugar donde él podía hablar conmigo y se sintiera cómodo, llevándome así al salón de Matemáticas que estaba completamente solo. Se sentó en uno de los pupitres y recargo sus manos en sus muslos, no parecía el Moe que yo había conocido, se veía completamente diferente, sus ojos se veían apagados y me llenaban por completo de confusión.

-Moe, dime que es lo que pasa -me senté también, pero girándome hacia su dirección.

-Ni siquiera sé por qué quiero decirte esto -negó lentamente con su mirada en sus manos -. Solo quiero hablar con alguien.

-Está bien, puedo escucharte -coloqué mi mano sobre el pupitre, después de ver la pulsera que compartía con la morena y la pelinegra unos segundos la tomó, y suspiro un poco mirando hacia arriba para buscar las palabras correctas.

-¿Cómo te digo esto?

Negó débilmente como si estuviese recordando algo que no podía decirme, para observar como sus ojos comenzaron a cristalizarse de manera que se veía destrozado frente a mí, asustándome y pensando en las peores cosas que podían haber pasado.

-Moe, tranquilo -acaricié un poco su mano con mis dedos -. Por favor, dime que es lo que te pasa.

-A-acabo de mandar todo a la mierda -su voz se escuchó quebrada, calando un poco en mi garganta y formando un nudo.

Moe Campbell

Su cuerpo se meneaba un poco mientras caminaba al lado de mí, escuchaba su risa por la estupidez que yo había dicho mientras que intentaba no caer nuevamente, pues ya lo había hecho bastante tropezando con sus pies.

CONQUISTANDO EL CORAZÓN | BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora