Adelaine Potter era muy diferente a su hermano mayor. Callada, tímida y reversada.
La pequeña Ravenclaw ha sentido cierta atracción hacia uno de los mejores amigos de su hermano desde los diez años, cuando este lo invito a pasar las vacaciones con...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
CAPITULO SIETE| PERFORACION
★゜*。。*゜☆゜*。。*゜★゜*。。*゜☆
EL AIRE FRIO PEGABA EN TODO SU ROSTRO, EL MES DE OCTUBRE HABIA INICIADO. En cuanto llegaron al pueblo mágico Adelaine bajo de la carroza seguida de Damián y Natasha, la castaña tenia una cara de pocos amigos ya que aun no estaba del todo de acuerdo con esta idea.
—¿En donde dijiste que tu padre nos dejaría el traslador?—pregunto Adelaine mirando al pelirrojo, claramente emocionada.
—En la casa de los gritos—contesto Damián con una amplia sonrisa.
Natasha suspiro mientras rodaba los ojos.—Esto es una muy mala idea.
—¡Oh vamos, cariño!—el chico Rosier paso un brazo alrededor de los hombros de su novia—Todo ira bien.
—Si, claro—hablo con sarcasmo—Bien hasta que Potter vea la perforación en el labio de su hermanita, te querrá matar.
Damián sonrió de lado.—Bueno, de algo me tendré que morir.
—No juegues con la muerte—dijieron a la vez ambas Ravenclaw mirando mal a Damián.
—Pero es la verdad—el pelirrojo se encogió—Algún día todos moriremos.
Ambas chicas intercambiaron una mirada y se dispusieron en caminar hacia la casa de gritos, ignorando los comentarios que Damián seguía haciendo sobre la muerte.
━━━━ ♡ ━━━━
Las calles del Londres muggle no estaban del todo vacías, había una que otra persona pero todos iban demasiado abrigados, el grupo de amigos fácilmente pudo pasar desaparecido ya en vez de llevar las túnicas de magos traían puesta ropa muggle.
—Es aquí—dijo Damián mientras señalaba un local que estaba frente a ellos.
—Bueno... parece decente—Natasha hizo una pequeña mueca.
El pelirrojo abrió la puerta y dejo entrar primero a ambas chicas, lo primero que notaron fue que en las paredes había demasiados carteles mostrando diferentes tatuajes. Hasta el fondo del local estaban sentados un chico junto a una chica, no pasaban de los veintidós años, a simple vista por sus rasgos similares estaba claro que eran hermanos. Ambos traían puestos unos pantalones negros y una camisa blanco con el logo del local, parecía ser una especie de uniforme.
