Adelaine Potter era muy diferente a su hermano mayor. Callada, tímida y reversada.
La pequeña Ravenclaw ha sentido cierta atracción hacia uno de los mejores amigos de su hermano desde los diez años, cuando este lo invito a pasar las vacaciones con...
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CAPITULO TRECE| CITA
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ADELAINE SUSPIRO NERVIOSA MIRANDOSE EN EL ESPEJO. Detrás de ella se encontraban Lily, Marlene y Natasha. Las primeras dos sonreían emocionadas, por otro lado, la castaña tenia cara de pocos amigos mientras comía una manzana y leía un libro que estaba sobre su regazo.
Después de tanto esperar había llegado el fin de semana, lo que significaba que era la cita de Adelaine y Remus en Hogsmeade. Las chicas estaban en la habitación de la Ravenclaw ayudándole a alistarse.
—¿Qué tal me veo?—pregunto nerviosa dándose la vuelta.
Natasha suspiro mientras alzaba la mirada de su libro: —No es mi estilo, pero en ti se ve bien, te hace ver tierna.
—Concuerdo con Muller—Marlene asintió—¡Pareces un pastelito!
Adelaine llevaba puesta una falda blanca que le llegaba un poco mas arriba de las rodillas, junto con una blusa rosa pastel que tenia estampados de pequeños corazones igualmente rosas pero de un tono mas intenso. En sus pies se encontraban unos zapatos muggles planos en color negro, su cabello estaba suelto como siempre.
—Creo que deberíamos irnos, Remus te debe de estar esperando—comento la pelirroja.
La chica Potter asintió y las cuatro salieron de la habitación para dirigirse hacia la torre del reloj, en donde se juntaban todos los estudiantes para salir a Hogsmeade.
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Cuando Adelaine llego a la torre del reloj y empezó a buscar a Remus con la mirada no pudo evitar fruncir el ceño confundida al verlo hablar tranquilamente con una chica, además que el castaño le sonreía como si le tuviera demasiado cariño.
La chica desconocida llevaba puestos unos pantalones negros y una sudadera de Gryffindor. Era castaña y miraba a Remus con burla mientras salía humo de cigarrillo de sus labios. Cuando Adelaine se empezó a acercar a ellos la desconocida le dio una leve palmada de apoyo a Remus en el hombro y se dirigió hacia una pareja de hermanos de Hufflepuff.
—Que linda te vez—le comento Remus con una sonrisa, provocando que las mejillas de Adelaine se volvieran rojo carmesí.
—G-gracias—sonrió nerviosa—Tu t-también.
—¿Vamos?, nos quedaremos sin carruajes.
—Oh, c-claro.
Ambos adolescentes se tomaron de la mano con algo de nerviosismo y se dirigieron hacia la salida para darle los permisos a Filch, este los miro mal pero aun asi no dijo nada al respecto. Al llegar a los carruajes Remus abrió la puerta y dejo pasar a Adelaine primero.
—¿A donde iremos?, podemos ir a las tres escobas si quieres, por mi no hay problema.
—En realidad...—Remus se rasco la nuca y sonrió con nerviosismo—Prepare algo.
Adelaine lo miro sorprendida y emocionada a la vez: —¿Asi?, ¿Qué es?
—Ya lo veras...
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Lo único que se lograba escuchar eran las ramas romperse en el suelo, luego de que llegaran a Hogsmeade el chico Lupin guio a Adelaine hasta un pequeño bosque cerca de la casa de los gritos, la azabache no sabia por que estaban allí.
—Sigo sin comprender por que estamos aquí—murmuró mirándolo divertida.
Remus soltó una risita: —De echo ya llegamos, mira...
Cuando la chica Potter volvió a mirar al frente no pudo evitar abrir los ojos como platos.
En el suelo del bosque se encontraba una manta azul, encima de esta había una pequeña canastita con duraznos—la fruta favorita de Adelaine—, también había mas comida. Era un picnic.
—¿Cómo hiciste todo esto?—pregunto soltando una leve risita.
—No negare que los chicos me ayudaron.
—Espera...—lo miro asustada—¿James sabe que tenemos una cita?
—¿A quien crees que le pedí permiso antes de invitarte?
Adelaine sonrió de lado mientras alzaba una ceja: —Me sorprende que James haya aceptando.
—Creo que prefiere que sea yo a cualquier otra persona—Remus soltó una risita mientras tomaba asiento junto a Adelaine.
Ambos adolescentes se la pasaron conversando entre risas mientras disfrutaban la comida, Remus en ningún momento hizo un ademan de besar a Adelaine, y aunque realmente quería hacerlo también sabia que todo era a su tiempo.
