Capitulo. 08. ¿Quién es este chico?

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Hayley Marshall:

Luego de que Alex dejara la casa de Derek no se percató de que había dejados sus apuntes. Corrí tras él pero era demasiado tarde él ya se había ido, al parecer estaba apurado. Decidí llevarlo a su casa después que Derek se durmiera, sin embargo cuando llegué llamé a la puerta y nadie me respondió, hasta que toqué la puerta y esta se abrió.

Me adentro en la casa sin hacer el más mínimo sonido, todas las luces estaban apagadas excepto la bombilla de la cocina. Camino lento para no chocar con nada pero de todas formas me tropiezo torpemente con algún estante, el ruido de la tinaja cayendo al suelo me hace saltar de un susto y al ver los trozos en el suelo intento recogerlo. Escucho una puerta rechinar y dejo los trozos en el suelo para guiarme por el mínimo sonido, me dirijo hacia la escalera y el sonido de una canción invade mis oídos, era mínima pero mientras más me acercaba el sonido era más claro.

Sam Smith.

Tarareo la canción mientras subo las escaleras:

My diamonds leave with you

You're never gonna hear my heart break

Never gonna move in dark ways

Baby, you're so cruel

My diamonds leave with you

De un momento a otro la canción solo desapareció de mi alcance auditivo. Me quedo quieta sin mover ni un músculo para lograr escucharla, nada. Toda la música solo se silenció o algo así. Piso un escalón y este rechina, la madera no está muy buena que digamos.

Esta casa me da muy mala espina y según las películas me han enseñado que andar entrometida en una casa de noche te podrías encontrar un asesino serial.

Alex.

Pienso en el cómo un asesino serial, una risa se forma en mis labios ya que miedo no tengo. Alex con esa cara de angelito no puede ser una asesino serial, él es tan indefenso y muy tierno a la vez.

Arriba hay demasiadas puertas, la mejor opción es llamarlo desde aquí.

― Alex, ― lo llamo con un grito ― estas ahí.

Nadie responde así que sigo caminando por todo el pasillo. Esto cada vez se vuelve más tenebroso, las luz de la luna más el silencio le dan el toque de miedo a este lugar.

― Alex, soy yo Hayley ― intento de nuevo ― te olvidaste de tus apuntes en la casa de Derek.

Podía escuchar mi propia respiración agitada, daba un paso a la vez mientras apretaba la mascota contra mi pecho en señal de miedo. A mitad del pasillo pude ver como por debajo de la puerta salían luces de colores, la curiosidad me gana y me dirijo hasta esa puerta tocando la perilla y girándola lentamente.

― Estoy aquí ― dice un Alex con la respiración agitada.

Bajo la mirada hacia su anatomía, no tiene polera el broche de su pantalón estaba desbotonado mientras que su pecho subía y bajaba con agresividad. Ver a Alex sin polera me dejo vuelta en un torbellino de emociones, tiene un abdomen de horas en el gimnasio, sus hombros y brazos eran fuertes pero no al punto de ser exagerados. Bajo la mirada a su pantalón desbotonado encontrándome con un slip negro que hace ver perfectamente la V que se marcan en sus caderas. Mis mejillas se enrojecieron como niña pequeña en una situación vergonzosa.

Quien diría que bajo esa fachada de nerd se esconde alguien que podría humedecer bragas con tan solo quitarse el suéter.

― Mis ojos están aquí arriba Hayley ― dice Alex con un torno de picardía.

Salgo de mi burbuja mental y trato de controlar mis hormonas femeninas que en este momentos están descontroladas por esta maravillosa vista. El nerd en verdad es fuego.

Ruedo los ojos tratando de desviar el tema ― no estaba mirando ― extiendo el cuaderno ― toma tus apuntes.

Alza una ceja y hace una sonrisa de boca torcida ― creo... que... muchas gracias, Hayley.

― No hay de que ― creo que no lo noté porque mi mirada vuelve a sus pantalones desabotonados.

― ¡Disfrutando la vista Hayley! ― exclama Alex con superioridad.

Alex esta noche no es el mismo, lo siento diferente, esa aura de chico tímido es como si solo se esfumara, como si ahora el chico que tuviera en frente no es Alex si no otra persona.

― Conque estas chistosito esta noche.

― A veces es mejor ponerle algo de diversión a la vida. ― quita el cabello que le cubría la frente sudorosa.

― ¿Que estabas haciendo? ― pregunto sin filtro ― ¿que hay en ese lugar de donde saliste?

Él se pone frente a la puerta bloqueándome el paso ― nada de qué preocuparse pequeña.

¡Pequeña!

Bastante extraño que Alex use esas clases de vocabularios como; pequeña y eso del chiste.

― Quiero saber ― exclamo.

Evadiendo sus palabras trato de quitarlo de en medio, pero su fornido cuerpo me impide el paso. Tenía que saber que hay detrás de esa puerta y por qué Alex esta como si hubiera terminado de tener sexo.

Me acerco a él para que mi presencia lo ablande como hacen esas chicas lindas a los nerd en las series. Esta no fue la ocasión, sus músculos no se movieron en lo absoluto.

Sus ojos tenían ese aire brillante, su voz era más suave y confiada mientras en la posición que estoy puedo sentir su respiración. Llevo una mano a su pecho y cuando pensé que retrocedería no lo hizo, se acercó aún más a mí. La que estaba nerviosa en estos momentos era yo.

― Que pasa Hayley, ¿te pongo nerviosa? ― sus manos viajaron a mi cintura para empujarme hacia él, caigo recostada en su pecho dándole la satisfacción que buscaba.

La tensión de nuestras mirada se conectaban de una manera intensa, los fuertes brazos de Alex me sujetaban con dominación. Las cosas se han vuelto completamente diferentes para mí porque tenerlo tan cerca han despertado algo en mí que nunca había sentido.

― Disculpa, me tengo que ir ― me libero de sus brazos y en prendo la huida.

La verdad es que Alex se ha vuelto diferente o así lo sentí esta noche. Todo ha cambiado en él y eso me hace cuestionar si en verdad ese chico es Alex Celman, el chico más nerd de toda la escuela.




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Mr. Hyden © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora