CAPITULO.25. Presas y depredadores.

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Hayley Marshall:

Dicen que las bestias feroces asechan a sus presas para luego atacarlas y estas intenta huir, creo que mienten. Por qué esta presa se encamina al más oscuro de los bosques para ser devorada por aquel animal salvaje cuyo rostro no verá. La oscuridad será nuestra máscara y los gemidos lo que confirmará que la presa está siendo devorada.

Pintarlo sin humedecer mis bragas es un jodido reto que no logro cumplir. Trazo líneas con el pincel que retocan su atlético cuerpo ¿Me pregunto si practicaría algún deporte? Quiero verlo, no en video llamada, no en mis sueños y no en un misero sitio porno de baja calidad y harto de virus.

Mis lamentos cada que frotaba mi clítoris aclamando su nombre fueron oraciones para Asmodeo, concediéndole a esta pobre alma desahuciada una noche con el mismísimo Mr. Hyden en persona. Relamo mis labios y mis pezones se endurecen de tan solo pensar que en unas horas seré el vivo testigo de las maravillas de Hyden.

¡Hayley! ― Exclama mi madre al otro lado de la puerta, ni me inmuto en ocultar la pintura.

― Puedes pa... ― le intento invitar pero la dueña de la casa entra antes de que termine la oración, sostiene algo envuelto en una bolsa de plástico.

Le doy los últimos retoques a la pintura mientras que la señora que me trajo al mundo sé que da detrás de mí presenciando como su criatura pinta a un chico desnudo.

― Mi hija la pervertida ― comenta seguido de un resoplido.

Volteo extrañada insinuando que su comentario enserio me ha dolido. Le apunto con el pincel amenazándola con pintarle la nariz si no se retracta de lo que dijo.

― Dilo... Dilo otra vez. ― bromeo.

Retrocede sonriente, me sostiene la mano donde tengo el pincel revertiendo el acto pintándome la nariz. Tambaleo caminando hacia tras, la señora me acaba de pintar la nariz.

― Solo te faltan los cachos y lista para ser un reno de santa ― dice burlona y no me queda más de otra que reírme junto a ella.

― ¡Me ofendes Mamá! ― refuto falsamente malhumorada.

Mamá a pesar de ser una madre soltera es excelente, crecer sin una figura paterna para mí nunca fue un problema porque en ella lo tengo todo: una madre, un padre y una amiga.

― ¿Y qué piensas hacer con semejante obra de arte? ― inquiere ― ¿La mostraras en la feria de arte al final de año escolar?

― ¿Hay algo malo en que lo haga?

― Pues... Lo digo por las universidades.

― El arte se puede expresar de diferentes formas, dependerá con que ojos lo miremos. Otros lo verán como una vulgaridad, otros verán lo hermoso que es el cuerpo humano y como este fue detallado con sutileza y dedicación, lejos de la adicción será como la obsesión más deseada.

Cubro la pintura con cuidado, no se vaya a estropear.

― Pero no me siento preparada para mostrarla al mudo ― musito.

― ¿Y eso por qué?

― Antes de mostrar mi arte al mundo tengo que descubrir el rostro de mi inspiración. Así y solo así mi pintura estará terminada.

Aun no llegamos a la fiesta y la música resuena igual que un eco. Mamá se ofreció a llevarme, Derek no lo hará, él y su padre asistirán a la obra de la escuela de Dorian. El transito anda congestionado por la fiesta y opto por bajarme unas casas antes, me despido de mamá que al verme bajar del auto me da el sermón de madre responsable.

Mr. Hyden © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora