Mr. Hyden © +18

CAPITULO.19. Acosadora de Nerds

Hayley Marshall:

Alex definitivamente esta ocultando algo y me he tomado la tarea de descubrir qué es. Estos días en la escuela lo he estado observando y precisamente es su manera extraña de actuar la que no logra convencerme. Como alguien puede llegar un día con una chaqueta negra aparentando ser cool y al otro ser todo lo opuesto. Eso es Alex Celman un enigma que pronto resolveré.

Desde que estuve en su casa no dejo de mirarlo con otros ojos, ojos los cuales nunca imaginé con que lo vería. Alex es un chico que desde que lo conozco ha sido callado, nunca va a fiestas y su pelo siempre es un desastre. Los chicos tendían a burlarse de él por como vestía, desde colores mal combinados hasta llegar a vestirse con cuadros y rayas a la vez. Alex no tenía un buen guardarropas y eso lo volvía en el centro de las críticas y burlas, nunca me agrado el bullying aunque admito que en ocasiones me he reído de sus outfits nerdcianos.

Cada día y hora que pasa se vuelve más desesperante para mí porque no puedo dejar de verlo en mis pensamientos sin camiseta y aquel beso en el cuarto oscuro ha sido el causante de varios sueños húmedos. Una fuerza magnética me atrae a Celman y me desconozco porque en el fondo siento que lo conozco de algún otro lado.

Estoy trabajando en una pintura, no se la he mostrado a nadie ni siquiera a Derek. Mamá es la única a quien se la he enseñado y desde entonces no deja de traerme pastillas anticonceptivas, es enfermera en el hospital asique las consigue gratis.

A pesar de todo esta pintura pienso añadirla a mi portafolio de arte, estamos en la etapa en la que nos preocupamos en nuestro futuro y metas, mi meta es obtener una beca en una buena universidad. El sueldo de enfermera de mi madre no alcanza para pagar una matrícula en esas universidades caras así que tengo que esforzarme con destacar.

Cubro el lienzo con la pintura y guardo bajo llave en el viejo armario.

Unas manos rápidas toman mi cintura, formo una sonrisa en los labios y para cuando volteo ya tengo sus labios besando los míos.

― No fuiste a verme entrenar ¿Por qué? ― se escucha agitado.

― Yo también estudio, a diferencia de ti no nado, pinto ― respondo.

Una parte de mi aceptaba esto, otra hubiese querido que sea Alex quien me tomara y me besara.

― ¿Cuándo me mostrarás esa misteriosa pintura? ¡Eh! ― dice sin soltarme, su cabello mojado goterea en mi blusa.

― Cuando llegue el momento ― digo ― O cuando la termine ¡Tal vez!

― Me intriga tu arte, no es justo que tu novio no la pueda ver antes ― me toca los glúteos y le rodeo el cuello con las manos.

El chico espera una respuesta la cual no quiero responder. Evito seguir con el tema estampándole otro beso, aprieta mis glúteos y se me escapa un gemido. Tengo mucho sin tener sexo con Derek y necesito sacarme a alguien de la cabeza de lo contrario seguiré orgasmiando por las noches.

― ¿Lo has hecho en el baño de chicas?

― No.

― ¡Lo harás!

Me quejo al caer de forma brusca en el lavamanos con la lengua de Derek lamiéndome el cuello. Abro las piernas por instinto y él se ubica en medio para arrancarme la blusa a cuál depredador marino. El chico se ha contenido y dicen por ahí que cuando provocas a la bestia no se detendrá hasta saciarse.

Se deshace de mi brasier pasando en seguida su lengua en ellos y arrojando la prenda lejos. Me desespera verlo con la ropa intacta, quito el cinturón mientras guío su boca a reencontrarse con la mía. Bajo la mirada visualizando enseguida la hinchazón en su boxers. Ansiosa entro las manos, palmando la candente erección que me pone a chorrear el coño.