Capítulo 2

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-Ay, cosita bella, te queda hermoso.- me comí a mi hijo a besos para después salir de la habitación del hotel donde nos estábamos hospedando los acompañantes de la selección.

Bajé al lobby dónde ya se encontraban algunas de las chicas esperando, entre ellas Antonella, la mujer de Leo Messi y Cami Homs, de De Paul.

-Ay gordito hermoso, vení que te morfo.- Cami me sacó a Luka de brazos para comenzar a hacerle cosquillitas en la pancita.

-Hola, Cami, yo estoy bien, ¿Vos?- ella levantó la mirada para sonreírme y volver a mi hijo.- Si tanto te gustan hace otro.- ella largo una carcajada mientras Anto reía y me daba un beso en la mejilla.

-Con Fran tengo suficiente.- dijo la rubia, mientras veía a su hija correr por el hotel con los hijos de Wanda y Antonella.

-Ciro se va a caer en cualquier momento.- murmuró la castaña, mientras veía como su pequeño intentaba seguir el ritmo de los mayores.

-Amo que mi hijo tenga el Messi en la espalda porque si, y tus hijos tienen literalmente su apellido.- le dije a Antonella y ella se rió.

-¿Mauro te regaló el body con el número de Lío y no con el suyo?- me encogí de hombros ante la pregunta de Cami.

-Me dijo que quería que use su número en el mundial.- las chicas asintieron y de repente la voz de Wanda apareció en escena, retando a todos los chicos por no fijarse en Ciro que es chiquito y hacerlo caer.- Ya los está cagando a pedo.

-Siempre.- se rió Anto, mientras se levantaba de su lugar para recibir a su bebé que lloraba en los brazos de la rubia. Con todo este ruidaje no sé cómo es que mi hijo se durmió.

-Bueno, hello.- dijo Wanda mientras llegaba a nosotras haciendo poses exageradas. Yo me le reí.- ¿A qué hora nos vamos?- le dio un beso a Cami y uno a mi.

-Ni idea.- me encogí de hombros.

- Deberíamos ir saliendo para llegar con tiempo. ¿Tienen sus pases?- asentimos todas y nos paramos.- Vamos a buscar a los nenes y nos dividamos en los autos.

Entre los cinco de Wanda, los tres de Antonella y Fran iba a terminar aturdida, más aún porque me tocó a mi detener su pelea por quién iba en que auto.

Finalmente llegamos a la Bombonera, donde Argentina disputaba un nuevo partido de las eliminatorias, contra Bolivia.

-Mira, Lu, tu primera vez en el estadio del más grande.- le dije a mi bebe mientras lo ponía un poco derecho para que pudiera ver todo.

-Nooo, tiaaa.- se quejó Constantino.

-Luka va a ser de Newell's.- aseguró Valentino mientras me señalaba con un dedo.

Reí divertida mientras negaba con la cabeza. El bebé es de Boca, punto.

Subimos al palco que nos correspondía y esperamos unos minutos hasta que el estadio comenzó a llenarse de hinchas.

-Mira, ¿Quien es?- le dije a Lukita cuando los jugadores salieron a la cancha. Él bebe solo me miró.- Mira ahí.- toque el vidrio para que el ruido llamara su atención.- Es el padrino.- una vez que Luka lo logró distinguir se puso muy contento, saltando prácticamente en mis piernas.

18' gol de Leo Messi.
39' gol de Lautaro Martínez.
Y fuimos al entretiempo así.

A nada de empezar el segundo tiempo, Bolivia marco un gol. Sin embargo el resto del partido la pelota era de Argentina, asi que ganamos.

Con Wanda teníamos la intención de ir a cenar después, y extendimos la invitación a Anto y Camila, para después descubrir que Rodrigo invito a Dybala y Lío invito a Dimaria.

Así que éramos demasiados en la mesa. Con doscientos hijos y cien adultos. Pero no me iba a quejar. Hacia mucho que no salía con amigos.

-¡Gia!- Gritó Lío cuando me vio. Hacia más de tres meses que no lo veía, y lo había extrañado. Él y Anto estaban conmigo en Argentina cuando le conté al papá de mi hijo del embarazo y me acompañaron todo ese tiempo.-Ay, está re grande.- dijo mientras tomaba a Luka en brazos, y algo me decía que no me lo iba a devolver en mucho tiempo, por lo que me dispuse a saludar al resto.

El último al que saludé fue a Paulo, al único que no conocía y la verdad es que tenía "un no se que" que me llamaba la atención.

-¿Ese bebé es tuyo?- me preguntó, mirándolo como embobado.

-Si, mío mío mio.- dije mientras besaba los cachetitos de Luka que estaba en los brazos de Rodrigo.

Este nene después no va a querer aprender a caminar. Vive de brazo en brazo.

-Es muy hermoso.- Paulo fue el siguiente en tomar a Luka.- Hola, bebé, ¿Sabes que tenés altos ojazos?

-Vos también, altos faroles tenés.- le alabe y él me sonrió.

-Nah, te juro que lo como.- dijo cuando Lukita tomó su dedo entre sus manos.

-Yo vivo con ganas de comerlo.- en ese momento llegó la comida que habíamos pedido.- Dame, así no te molesta cuando comes.- él negó mientras me apartaba las manos para que no le quite al nene.

-No, deja. Vos come tranquila, no me jode.- y comenzó a comer mientras veía a Luka y le hacía caras, porque mi bebé no apartaba los ojos de la cara de Paulo.

-¿Seguro que estás bien?- le pregunté, cuando vi como intentaba cortar la carne con una sola mano.-Deja que lo pongo en el coche.- volvió a negar.

-Come tranquila, Giani, no me molesta, es más, me encanta estar así.- le dio un besito en la cabeza a Luka para recalcar sus palabras.

-Bueno, como quieras.- me reí y miré a mi frente, donde estaba Wanda que me miraba con una sonrisa pícara y una ceja alzada. Le fruncí el ceño y ella miró a Paulo fugazmente, negué con la cabeza, ella asintió, y se encogió de hombros para dirigir su atención a Mauro, que estaba contando no se que anécdota.

-Te queda bien, Paulin.- le dijo Rodri, que estaba sentado en la punta de la mesa.

-¿Decís? Es que es el nene, que es hermoso.- y le besó un cachete.

-Dios, no me imaginaba a Paulo papá hasta ahora.- dijo Ángel mientras señalaba a mi hijo con el jugador.

-Mira que es mío, ¿No? No te lo podes llevar.

-Me los llevo a los dos entonces.

Enamorados ; Paulo Dybala Where stories live. Discover now