Jarom, un joven convertido en duende como castigo de un hada.
Exiliado del mundo de los duendes, atado al bosque por un tesoro que debe entregar para poder librarse del castigo, sin poder ser visto por los humanos que no creen en los duendes y sin p...
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*****En la actualidad*****
Narradora: Rachel Gardener
Es increíble todo lo que ha pasado en mi vida después de la muerte de mi madre cuando tenía solo diez años, ya nada volvió a ser igual, sin embargo, mi papá se esforzaba por hacerme feliz y por intentar llenar el vacío que había dejado mi mamá. Con los años supe que ya era hora de que mi papá encontrara a una mujer que compartiera su vida con él, no sentía celos; pienso que ser egoísta no es algo que viene del amor y como lo amaba, deseaba lo que era mejor para él, pero hubiese apoyado su relación si no se tratara de la odiosa mujer con la que comenzó a salir: Ginger Fernsby. Una mujer que con verla puedes saber que su vida gira entorno del dinero. Pero un hombre enamorado es capaz de dejar pasar muchas cosas por alto y hacer muchas cosas tontas, y mi papá a pesar de la edad no fue la excepción. ¿Quién se casa en 2 meses? Pues, él lo hizo y no me quedó de otra que aceptar la derrota y respetar su decisión aunque muy en el fondo sabía que esa mujer estaba detrás de su dinero. La mujer solo pensaba en verse atractiva y gastar tanto dinero como pudiera en operaciones estéticas, ropas, accesorios y claro, en los casinos a los que iba a escondidas de mi papá.
Aún recuerdo cuando se mudó a nuestra casa y en solo una semana hizo notables cambios en la casa y tuve que cerrar mi boca porque no quería causarle problemas a mi padre y mucho menos ser egoísta; si algo me había enseñado mi mamá era actuar con madurez en situaciones como estas a pesar de que los cuadros y las cosas de mi mamá terminaron en el sótano. En parte comencé a ceder por Adler, uno de mis hermanastros, el mayor de los hijos de mi madrastra.
Adler es un chico muy distinto a la bruja de su madre y a su antipática hermana menor. Él es atento, caballeroso, amable, inteligente y es muy guapo: diecinueve años, alto, cabello oscuro y unos tiernos ojos marrones. ¡Imagínense tenerlo viviendo bajo el mismo techo! Él era una de las razones por la cual soportaba a su madre y a su hermana, también la razón por la cual no salía de mi habitación sin estar arreglada y la razón por la que mi corazón se aceleraba varias veces al día.
Cada vez que lo encontraba en cualquier lugar de la casa sentía un maravilloso cosquilleo dentro de mí y era inevitable sonrojarme si me sentía halagada por él. Siempre que su madre o hermana me hacían un desprecio, Adler me defendía y poco a poco se convirtió en mi amigo.
Desde que lo vi me atrajo y con el paso del tiempo llegué a enamorarme de él, aunque sé que es absurdo pensar que podemos llegar a ser algo.
Mi padre comenzó a enfermar repentinamente y con el tiempo falleció. Fue un golpe muy duro para mí, jamás me había llegado a sentir tan sola en este mundo como cuando lo perdí. Sin embargo, debía ser fuerte y no porque quisiera sino porque estaba obligada; mi padre antes de morir contrajo muchas deudas de las que nunca nos habló y luego de su muerte quedamos en banca rota. Y Ginger perdió las pocas posesiones que tenía por causa de las grandes deudas y por esa razón ahora yo pago las consecuencias.