Capítulo 2. Feliz cumpleaños

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Lily casi nunca se había tomado en serio los castigos de su padre, por lo general Severus siempre sedia unos días antes a que el castigo se terminara y la dejaba salir a jugar, siempre con la promesa de que no se metiera en más problemas. Lily claro que no cumplía esto. Pero en esta ocasión Lily no veía ni de cerca que su padre le fuese a levantar el castigo pronto y ya habían pasado 2 semanas completas, en las que se limitaba a estar en su habitación y solo bajar a comer.

Severus por su lado intentaba seguir firme, claro que había tenido que lidiar con las bromas de Lily por años, pero nunca había sido nada tan serio, liberar una serpiente en el mundo muggle no era de mucha risa y peor aún decir que la serpiente le hablaba, debía quitarle esa idea de la cabeza en cuanto antes. Además por años la pelirroja se había salido con la suya, debía dejar de consentirlo de esa forma, ella parecía no tener limites, estar fuera de control y poco a poco se estaba convirtiendo en una pequeña versión pelirroja de James Potter, no iba a permitirlo. Y Lily cada día parecía más enojada con él, no le hablaba y apenas respondía a lo que él le decía. Severus no entendía esto ¡se supone que él era el enojado! Ni siquiera quería imaginarse cómo sería cuando Lily fuese una adolescente.

- Lily -llamó durante la cena-. Ya sabes que tu cumpleaños se acerca y...

- Que bueno que hablamos de esto -dijo Lily, sonriendo por primera vez en semanas frente a él-. Porque me llegaron unas cartas de Ron y sus hermanos, quieren que vaya a pasar unos días con su familia, tal vez puede ser en mi cumpleaños, también estás invitado y...

- Alto -Severus la interrumpió, levantando la mano en su dirección-. Tú estás castigada, por si no lo recuerdas -Lily dejó de sonreír- e iremos a quedarnos donde los Malfoy ese día.

- Es mi cumpleaños, debería poder decidir dónde pasarlo.

- Perdiste esos derechos al haber liberado esa criatura.

- ¡Tú no me entiendes!

- No me levantes la voz -la regañó Severus-. ¿Y qué debo entender? Se te hizo muy divertido abrirle la jaula a un animal salvaje y que asustara a todos esos muggles ¿No?

- No fue así, Severus -Lily lo miró con desdén- ¡La serpiente me habló! Me dijo que no era feliz y la liberé, no sabía que eso ocurriría y ya dije que lo siento.

- No, nunca lo dijiste. Y deja de mentir, las serpientes no te hablan -dijo Severus con firmeza.

El mago sabía que aquello no era unq coincidencia y le asustaba en sobre manera lo que podía significar.

- ¡Pero lo hizo! No estoy mintiendo.

- Suficiente, iremos donde los Malfoy ese día y no se discute más.

Lily bajó la mirada, aquello hizo que no quisiera que su cumpleaños se acerque.

- Zanahoria -Severus habló con cierta ternura, llamando la atención de su hija-. Narcissa te está organizando una fiesta, me dijo que no te diga. No podemos faltar.

Lily asintió derrotada.

- Y tal vez luego podamos hacerle una visita a los Weasleys.

Lily reprimió una sonrisa.

Una de esas noches, en las que Severus se encontraba encerrado en su despacho y Lily leyendo en su cuarto, tuvo una visita inesperada.

Eran cerca de las 9 de la noche cuando Dobby el elfo apareció en la habitación de la pelirroja, se veía confundido pero apenas vio a la niña se lanzó a abrazarla entre lágrimas de alegría y desesperación.

- Señora, mi señora Lily -sollozaba, abrazando las piernas de Lily, la cual se arrodilló para poder abrazarlo de regreso.

- Solo Lily, Dobby -sonrió.

Los Mellizos Potter y la cámara de los secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora