Tener una doble vida a Jeon Jungkook le pareció bastante divertido. Pero las mentiras y los engaños pueden costar caro. Y él, lo sabrá mejor que nadie.
❝ Estaría mintiendo si te dijera que no te deseo, Jungkook. Porque lo hago, a nadie he deseado a...
Besos fueron depositados en el cuello y nuca del pelinegro, éste sonrió mientras preparaba el almuerzo para su pequeña familia.
El hombre tomó fuertemente la cadera contraria mientras se acercaba un poco más.
— Mmm, Woo, me da cosquillitas.
Comenzó a reír sonoramente, eso provocó que su pareja siguiera dando besos y mordidas, metiendo las manos por debajo de aquella camisa de seda, palpando la piel suave del menor.
— Te amo…
El receptor de aquella confesión detuvo por unos segundos sus movimientos, su sonrisa se borró y eso no pasó desapercibido por el hombre que lo abrazaba por la espalda. Éste volteó con fuerza el cuerpecillo del pelinegro y lo observó detenidamente mientras apretaba la mandíbula y el agarre a la pequeña cintura.
Mentiría si dijera que Lee Ki Woo no le causaba cierto temor, el tipo era alto, un metro con noventa y tres para ser exactos. Y su mirada al estar enfadado, era oscura.
Pero Taehyung sabía cómo suavizarlo, como hacer que su novio se calmase.
— Ta-También te a-amo...
— ¿Seguro, precioso? ¿Estás cien por ciento seguro de que me amas tanto como yo? Titubeaste un poco hace unos segundos.
— Estoy seguro, so-solo que me puse nervioso, tú me pones muy nervioso. — hizo una leve sonrisa, se colocó de puntillas y besó los labios de su pareja tímidamente, pero el contrario profanó la boca de su menor con la lengua.
Unos carraspeos resonaron en la cocina, haciendo separar de inmediato a ambos hombres.
— Miren quién está aquí. Mi adorado Jaemin.
Ki Woo soltó a su novio y se acercó al chiquillo de ahora 14 años, sutilmente le sujetó la cintura y le beso en la mejilla. Jaemin solo se apartó de inmediato, sentándose en los taburetes mientras observó a su padre entretenido nuevamente con el almuerzo.
— ¿Cómo amaneciste mi amor? Te escuché hasta tarde en tu habitación ¿Hacías tarea? — Preguntó Taehyung con una sonrisa, dejando el plato con el almuerzo frente a su hijo.
— Un poquito papi, en realidad tampoco he podido dormir muy bien. Ya sabes, sigo preocupado por el cambio de instituto…
Jaemin comenzó a almorzar nervioso, sintiendo la mirada de Ki Woo puesta en ambos.
— No me tiene muy contento la idea de que regresemos a Seúl. — mencionó Woo, sentándose frente a Jaemin, comenzando a comer —. Aquí en Daegu hemos estado perfectamente los tres.
— Lo sé — Taehyung acarició el cabello de su pareja —. Pero Jinnie con su segundo embarazo no puede seguir encargándose de Sweet Night, tenemos que volver solo serían los próximos nueve meses y regresamos a casa.
— Lo que sigo sin entender es porque no se encarga tu amigo, ese tal Jimin. No hay necesidad de regresar, Taehyung.
Jaemin rodó los ojos y miró confundido a su padre, esperando a que este dijera algo.
Pero no lo hizo. El joven solo agachó la mirada, y siguió almorzando.
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