12.

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— Y el Kim Taehyung de treinta y dos años, quiere abrir su corazón esta noche y explicarle al Jungkook de veintinueve años, lo que ocurrió después de que terminamos. ¿Estás listo?

— Lo estoy…

Taehyung inhaló y exhaló nervioso. Jungkook lo tomó de las manos y fue así como comenzó a relatar lo que ocurrió.

— Yo también quise terminar con mi vida, después de que rompimos y perdimos a nuestro bebito… — a ambos se les cristalizó la mirada al rememorar aquel doloroso momento —. Pero Jaemin me dio la fuerza para seguir, así que lo hice, por ocho años estuve aquí pasando tiempo con Jae, los chicos y el trabajo…

Jungkook retiró algunas lágrimas del rostro de Taehyung, y este cerró los ojos al toque.

— … En ese lapso Ki Woo, el oficial que conociste el día de la tragedia en el bar… — Jungkook asintió con tristeza —. Me comenzó a pretender, no me sentía listo para comenzar algo, te amaba y te amo, simplemente no podía.
Él lo entendió y me esperó. Nuevamente caí en depresión y mi psicóloga de ese entonces me recomendó otro ambiente alejado de todo lo que me traía recuerdos… En una de nuestras charlas se lo dije a Ki Woo y él me ofreció su casa de Daegu por un tiempo. Acepte, me mudé con él… Por dos años.

Jungkook acarició las manos de Taehyung con suavidad, mirándolo con atención.

— El primer año fue prácticamente perfecto, pensé que podría seguir con mi vida, pero me equivoqué…

Taehyung comenzó a contarle con lágrimas en los ojos todos los abusos que sufrieron Jaemin y él en aquella casa, los encierros en el ático cuando un ataque de ira consumía a Ki Woo. Jungkook le escuchó mientras sentía rabia dentro de él. Abrazó al moreno con fuerza, dejando que este sollozara todo lo que quisiera en su hombro, de ahora en adelante él se encargaría de ser ese apoyo.

— … Él sigue prófugo, y si te soy sincero, estoy aterrorizado de que me encuentre y me haga daño, no solo a mí, si no también a Jae, mi familia y a tí. No quiero que los dañe, ni que los toque...

— Yo no permitiré que ese hijo de puta les toque un solo cabello, porque si lo hace te juro que lo mato con mis propias manos. Haré todo lo que esté a mi alcance para cuidarte a tí y a Jaemin, ese imbécil caerá  preso y se pudrirá en aquel hueco.

— Yo sé que lo encontrarán y sé también que no vas a permitir que nos dañen Ggukie.

Taehyung abrazó fuertemente y con cariño a Jungkook, escondió su rostro en el hueco del cuello contrario, dejando que el azabache le acariciara la espalda con suavidad. Entonces fue ahí cuando Taehyung sintió la necesidad de contarle a Jungkook lo que había pasado antes de coincidir. Tenía miedo, y mucho, pero él quería empezar a ser sincero, ya no quería más secretos, no podía seguir escondiendo cosas a la persona que amaba.

— Ggukie… Yo, necesito contarte algo que nunca te dije y estoy aterrado...

El mencionado sonrió y siguió acariciando la espalda de su mayor.
— Tranquilo bebé, quedamos en decirnos todo, en no más secretos.

Taehyung aceptó, se incorporó en su lugar y tomó de las manos a Jungkook, mirándolo directamente a los ojos.

— Recuerdas cuando tú y yo éramos novios, y te mencioné que salía con un tipo que me daba dinero por estar con él...

— Si, lo recuerdo. Nunca me dijiste su nombre.

— Hoy lo haré, ese hombre, era Choi.

Jungkook había guardado la compostura cuando Taehyung le contó sobre Ki Woo, pero apenas escuchó aquel nombre apretó las manos del mayor, no controlando la cólera y repulsión hacia aquel individuo. Taehyung acarició las manos de Jungkook entendiendo su molestia, pero siguió hablando.

Everything of You | kv Where stories live. Discover now