𝟪.-𝖠𝗀𝗎̈𝖾𝗏𝗈𝗇𝗂𝖺𝗈' 𝗇𝗈 𝖼𝗎𝗂𝖽𝖺 𝗀𝖺𝗇𝖺𝗈'.

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—Entonces nada marico, yo si dije, verga, quelque tenga miedo a morir que no nazca manaure, y nada, me eché esa aventura, marico, plena avenida Libertador a las doce de la noche y como era de esperarse, me metí por donde no era, de lo cagao' que a...

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—Entonces nada marico, yo si dije, verga, quelque tenga miedo a morir que no nazca manaure, y nada, me eché esa aventura, marico, plena avenida Libertador a las doce de la noche y como era de esperarse, me metí por donde no era, de lo cagao' que andaba, entonce', oí la frase que dicta muerte o plomo: "chamito, ¿tienes hora?". Marico, yo ahí si me tetra cagué, cargaba el teléfono atajao' en la liga del bóxer y nada, seriesito me volteo y digo: es la hora de Quema' suela, ya sa', haciendo referencia a que yo estaba era listo pa' dejar la peluca, pero no, viene el mamagüevo malandro y me dice "Mira ¿Y dónde queda eso?" y yo que le digo "en la puntica der webo mío, rescata" ¡Nojoooda! Jamás corrí tanto.

El cantinero se echó a reír, acostumbrado a que Hoseok contara cosas de su vida de manera alternativa y sin orden alguno, literal ese carajito te empieza a contar como fue un fin de semana a comprar mango con adobo y sal y termina contándote de la vez que se subió en un autobús pensando que iba pa' Cata y terminó en una parranda en Bogotá.

—Coño Hoseok, tú si inventas güevonás—Yugyeom negó aun sin controlar la risa, en lo que terminaba de acomodar unas cajas en la parte trasera de una furgoneta chiquita y medio escacharriá, que por fin lograron conseguir—apúrate es que, que los muchachos deben estar esperando la camioneta.

—No vale, tú lo que tienes es que aventurarte conmigo pa' que veas que mojón no te meto ni porque quiera, es que por más descabellaos que parezcan los cuentos míos, siempre son verda'—alegó Hoseok asintiendo en plan de: así es, soy la verga.

—Mira, y cambiando el tema aquí como los locos—mencionó Yugyeom terminando de subir cajitas—¿cómo coño conseguiste to' ese equipo?

—Papi, nunca subestimes el poder de algo que en algún momento depreciaste...—contestó Hoseok con la mirada perdida en la nada.

—Sigo sin entender. —mencionó el muchacho viendo todavía más confundido el gesto de Hoseok.

—No hace falta, de tos modos yo no me fui de salío' a preguntarte como coño conseguiste esa furgoneta—señaló el carro recién pintado con el logo de una empresa fantasma.

—¿Me dijiste entrépito?

—No, dije que eres bello y hermoso, gafo—Hoseok le mandó un lepe al carajto pa' que quitara su cara e' culo—llégate ahí y dile al llanero y al gocho que ya está listo el betoven, que muevan esos inexistentes rabos.

Uno podrá creer que un plan medio choreto no funcionaría, pero en efecto, si lo hizo y no, no por una conveniencia de la autora, es que en realidad, le gente rica (bueno, no todos pero si cierta minoría) son estúpidos, y con estúpidos me refiero a que a diferencia de cualquier pobre o clase media que haya experimentado un robo, al ratico lo supera y hasta lo llega a contar rela, pero no, un rico que no vive matutinamente el tercer mundismo, experimenta algo que ni fue un robo y ya manda a poner cámaras de vigilancia hasta en el culo de cada uno.

¡𝙴𝙿𝙰, 𝙲𝙸𝚄𝙳𝙰𝙳𝙰𝙽𝙾! ;; 𝗍𝖺𝖾𝗄𝗈𝗈𝗄.Where stories live. Discover now