[𝟏° 𝐲 𝟐° 𝐓𝐄𝐌𝐏𝐎𝐑𝐀𝐃𝐀] Jungkook Vladimir, un intrépido oficial de policía del CICPC, más fiebrúo que liceísta de primer año y más salido que un balcón; es más probable que el gobierno haya hecho algo bueno, a que ese carajito le ponga serie...
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Espera, un momento... ¿qué hacemos aquí?
Mejor no preguntes y solo gózalo, Maribel.
Hemos de suponer, que mientras haya vida, nunca muere la oportunidad de que los polilocos, sigan siendo los polilocos. Probablemente cerrar una etapa en sus poco tranquilas y cuestionables aventuras que les hacen olvidar el hecho de que deberían estar trabajando, nos dejen un par de vacíos, un par de preguntas que al no tener respuesta, se convierten en misterios.
Es por ello, que aquí, relataremos para usted, distinguido y adorado lector, los mayores misterios de... ¡Epa, ciudadano!
1. ¿Cómo carrizo reclutó Taehyung a Caraca', La Guaira, Barinas y Mérida?
Aunque el escuadrón que nunca tuvo nombre, realizaba misiones de forma cuestionable y por el poder de la suerte (la escritora) lograba sus cometidos al final, no exoneraba el hecho de que en ocasiones nos preguntáramos, ¿bajo qué contexto Taehyung sería lo suficientemente consciente de a quienes reclutaba? Porque para hacer pendejadas, casualmente los secuaces de Taehyung Mauricio estaban puestos de frente.
Pues...
De: cuando se junta el hambre con las ganas de comer.
—¡Apúrate Taehyung, no nos queda tiempo!
Jennifer Rosalí se mordía las uñas al punto en que en un par de intentos más, se las iba a desaparecer, intercalaba la vista constantemente entre un pasillo iluminado a penas por el amanecer naciente, que entrecolaba la poca luz por los cristales de las ventanas y a su vez, en un Taehyung más enredado que perro con cuatro bolas intentando adivinar la contraseña de una caja fuerte, pero estaba jodío' el asunto.
—¡Yo creo que es mejor dejar esa vaina así, Tae! —insistió una vez más la castaña—. Estamos sobre la hora, dónde el vigilante se dé cuenta de la cerradura que rompiste por espalomao', va a venir, ¿y sabes cómo es la cosa? ¡Qué no aparté cita en la peluquería y me voy a ver desaliñada en las fotos de prontuario!
—¡Carmalízate Jennifer, que con esos nervios no me vas a dejar trabajar! —espetó Taehyung en un murmullo, devolviéndose a lo que hacía. Tenía gotas de rocío de sudor en la frente—. No hicimos ese volteretero loco para entrar y venir a salir con las manos vacías solo porque calculamos mal la hora, quédate quieta.
Jennifer acabó por ceder, no porque se haya confiado, sino porque estaba exasperando no solo sus propios nervios, sino que tenía también al pobre Taehyung como gelatina en tractor. Un par de intentos después, Taehyung cantó bingo al lograr desactivar la fulana caja fuerte. Jennie incluso se quitó de su puesto, desde donde le estaba cantando la zona al otro.
—Me quiero probar ese collar antes de que lo vendamos, Taehyung Mauricio. Me tomo unas foticos bien malandras y las subo en el grupo de Facebook de Malandreo Catia la Mar y... —las palabras de Jennifer quedaron suspendidas en el aire, su rostro ahora exhibía exactamente la misma mueca de incredulidad, sorpresa y decepción que Taehyung—. Está vacío...
