Hacía mucho frío aquella noche de otoño

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Titulo original: It was very cold that autumn night.

Resumen: Dream tiene una forma muy poética de caer (y lleva toda una noche helada, pero cae de todos modos)

Advertencia: Mención indirecta de suicidio, mención indirecta de negligencia. 

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Hacía mucho frío aquella noche de otoño.

Era un frío húmedo, de ese que atravesaba tu ropa y te volvía los huesos de hielo, dejándote temblando a los segundos de salir.

Y era claramente peor ya que estaba en la costa, en la cima de un pequeño acantilado, completamente alejado del calor de la ciudad, sin nada más que sus zapatos, unos pantalones y una camisa delgada.

Podía oír el oleaje bajo él, el suave murmullo de las olas y la marea chocando contra las piedras.

Movió sus brazos entumecidos por el frío hacia la parte trasera de su cabeza, presionando suavemente el broche que le permitía tener su máscara puesta. Un escalofrío recorrió su cuerpo de forma dolorosa cuando el aire salado y húmedo golpeó su rostro.

Ignoró cualquier cosa que su cuerpo estuviese decidido a sentir y se acercó al borde, sentándose lentamente y dejando que sus piernas colgaran y se balancearan. La máscara blanca y sonriente reposaba ahora a su lado, inerte sobre la hierba fría.

Sabía a ciencia cierta que nadie lo buscaría en mucho tiempo; antes nadie lo había visto escabullirse, ahora probablemente todos estarían dormidos y mañana seguramente estarían muy ocupados interactuando entre sí como para notar su falta.

Y cuando fueran a buscarlo (Y lo harían, eventualmente, cuando necesitaran algo de él, cuando fueran a buscarlo y vieran que no estaba en ningún lugar) ya sería demasiado tarde para hacer cualquier cosa.

Así que simplemente se quedó allí, mirando sin mirar realmente hacia abajo, al agua oscura y pristina, desconectando su mente de todo su entorno, simplemente esperando.

Y pronto dejó de sentir el frío, el entumecimiento en sus brazos y sus piernas desapareció, cualquier sonido fue suavemente bloqueado para encontrarse reemplazado por el arrullo del agua, sus piernas se balanceaban de forma inconsciente.

Él simplemente se quedó allí, esperando.

El sol comenzó a salir en algún momento, su brillo flameante sacándolo de sus pensamientos.

La luz primero golpeó sus ojos, como siempre, pero el calor primero golpeó su frente, luego sus ojos (Ahora cerrados), luego sus mejillas y su nariz, sus labios, su cuello...

Y cuando la luz llegó al final del acantilado, cuando el romper de las olas se volvió oro reluciente y espumante, inspiró profundo, disfrutando de la suavidad del aroma del rocío, sonrió.

Y mientras un mar se volvía oro y cielo, otro mar caía suavemente de sus ojos.

Se inclinó hacia adelante, hacia el tesoro y las riquezas que el mundo ofrecía para él.

La máscara quedó detrás, olvidada, helada y húmeda.

Hacía mucho frío aquella mañana de invierno.

Hacía mucho frío, pero Dream jamás volvió a casa.

One-Shots de DreamWhere stories live. Discover now