Alado

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Titulo original: Wing(les)s

Resumen: En el que Dream tuvo alas.

Advertencia: Mención de tortura, mención de sangre, disociación, mención de heridas, mención de armas.

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Dream soportó meses de tortura, lloró, gritó, rogó y sangró durante horas y horas, durante días y días, todas las semanas, todos los meses, cada vez que abría los ojos.

Sufrió, pero jamás se perdió a sí mismo.

Hasta que sus alas dejaron de ocultarse.

La magia que había acumulado desde niño se había acabado debido al débil estado de su cuerpo y de su mente. Se había desvanecido en medio de una sesión de tortura y Quackity las había mirado sorprendido.

Y luego se las había quitado.

Quackity le había quitado sus alas. Había tirado de sus alas tan lentamente que Dream ni siquiera pudo desmayarse por el dolor.

Claro que Dream pudo haber conservado sus alas, probablemente (En realidad él no estaba seguro de eso). Quackity obviamente le dijo que dejaría sus alas en paz si le daba el libro de avivamiento.

Pero también, muy posiblemente estaba mintiendo, y de todas maneras Dream jamás le daría a Quackity el libro, jamás le daría tal poder como el que equivale revivir a los muertos.

Lo último que Dream pudo sentir fue que su alma se desgarraba. Un hacha oxidada y desafilada golpeando una y otra vez la unión de sus alas con su espalda, la sangre caliente (que se sentía fría en comparación con el calor abrasador de la lava), el dolor agudo e indescriptible, la incómoda sensación de estar liviano, de perder un peso cómodo en la espalda.

Quackity sostuvo sus alas frente a él, su sonrisa maníaca y sus ojos brillando con locura, su traje lleno de sangre y tarareando de satisfacción, burlándose de él. Y luego los había quemado en la lava, lentamente, lo que obligó a Dream a verlos ennegrecerse y convertirse en cenizas frente a sus ojos.

En ese momento Dream dejó de sentir, dejó de ver, de oír.

Simplemente se desconectó del mundo

Su mente vagó hacia un recuerdo lejano, un recuerdo guardado en lo profundo de su mente, muy atrás en el tiempo y el espacio. Recordó la calidez de un abrazo, la suavidad de una risa suave. Recordó la canción que tarareaba su madre, su verdadera madre.

Comenzó a tararear la melodía, sin emitir realmente un sonido ya que su garganta estaba seca y dañada por los gritos de tortura y falta de agua. Quackity lo vio moverse y decidió continuar la tortura, solo para encontrar una gran falta de reacción por parte del prisionero a sus pies.

Quackity no lo pensó mucho, creyó que Dream solo estaba en shock por perder sus alas, por lo que abandonó la tortura por el resto de ese día, saliendo de la cárcel con una expresión alegre y decidido a regresar el día siguiente.

Y volvió, pero Dream seguía sin reaccionar.

Y volvió al día siguiente de ese, pero Dream seguía sin reaccionar.

Y al día siguiente, y al siguiente...

Pero Dream solo tarareaba en su mente aquella melodía que alguna vez escuchó salir de los labios de su madre, ajeno a las papas que caían y se amontonaban en un costado de la celda, ajeno del calor que lo rodeaba, ajeno de la sangre que perdía o de la tortura que recibía. Tarareaba ajeno de la sed y el dolor, ajeno de quien entraba a la celda y de quien salía.

Sin sus alas no tenía libertad.

Sin libertad no era nadie.

Si no era nadie, no podía sentir.

Y él no sentía nada.

Solo tarareaba.

One-Shots de DreamWhere stories live. Discover now