Dark Secret° Zodiaco [INZ #2]

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐²⁰𝐸𝑛𝑒𝑚𝑦

Recuerdo a Vicente cuando pequeño, cuando con Cael, Luka, Emmett y Altair querían copiar en el examen, "El único trabajo bien hecho, es el que hace uno mismo" les decía. Supongo que con el tiempo ese dicho se transformó en su modus operandis. 

(Canción de capítulo; Enemy, feat. Beacon Light & Sam Tinnesz)

Sentía la oscuridad querer comerme viva mientras me adentraba por el oscuro pasillo, mis manos aferradas al arma como si fuese una misma con el artefacto, bien el material se hubiese fundiendo a mi piel.

Joder.

Se supone que no debería estar ahí, sino más bien fuera con los demás chicos, se supone que tendría que ir a un lugar seguro por las mismas indicaciones. Que solo tendría que indicarles cuando era el momento de entrar, que solo tenía que seguir las instrucciones al pie de la letra.

Pero algo anda mal, puedo sentirlo en mi interior, en la manera en la que vi a Hanna durante esta semana, ellos no me habían creído, o tal vez sí, solo que trataban de sacarme lo antes posible del caso, yo lo sabía.

"Te estas involucrando demasiado. "

No podía evitarlo, ya estaba sumergida en la nebulosa de este horror, en las pesadillas constantes de que esto no funcionara, apegada emocionalmente a un crimen terrible, era como una especie de pacto de sangre a mí misma.

Por mi familia, por mis amigos y el amor de mi vida, una promesa que se albergaba en lo profundo de mi corazón.

Debía cumplirla aun sabiendo que el precio podría ser demasiado caro para poder soportarlo. Sabiendo que mi cuerpo podría terminar flotando en un río de sangre, que mi alma fuese eclipsada por el horror de seguir mis estúpidos impulsos, por un pacto que no muchos entenderían.

Nadie sabe lo que es tener la sangre de un monstruo corriendo por tus venas, nadie entiende el sufrimiento de saber que la tragedia persigue a tu familia, nadie entiende el crecer con el miedo de que esos genes abominables hagan de ti, lo que fue esa terrible persona.

¿Me apareceré a él?

Me lo preguntaba muchas veces, tantas que había perdido la cuenta. Todas esas noches de insomnio recordando las palabras de mi padre; Que somos la excepción a la regla. Que podemos ser algo mejor, que somos más fuertes que el tormento que nos persigue y ese linaje que muchas veces nos cobró factura.

El edificio estaba desolado, eso cambiaría quizá en minutos, escuchaba el ruido de los camiones desde afuera, el sonido perturbarte de los bomberos. No sabía con certeza lo que sucedía, más confiaba ciegamente en esas personas.

Terminemos con todo esto, así Altair será libre.

Subí las escaleras hasta llegar al último piso, a uno casi abandonado por el mundo entero, desconocido para los que andaban en buenos pasos y familiar para lo que gozaban con el morbo del bajo mundo.