𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐⁴⁰ 𝑏𝑒𝑡𝑤𝑒𝑒𝑛 ℎ𝑒𝑙𝑙 𝑎𝑛𝑑 ℎ𝑒𝑎𝑣𝑒𝑛

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La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que una bacteria

- Jhon Steinbeck

(Canción de capítulo: Códigos de Calle -Pacto de sangre)

Pensaba que estaba a salvo, que estaría bien pese a todo, que nada de esto podría colapsarme, pensé que tenía el control de mi vida y que no iba a permitir que ellos me arruinaran, que él lo hiciera, pero todo se me salió de las manos

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Pensaba que estaba a salvo, que estaría bien pese a todo, que nada de esto podría colapsarme, pensé que tenía el control de mi vida y que no iba a permitir que ellos me arruinaran, que él lo hiciera, pero todo se me salió de las manos.

Perdí el control de mi vida.

De mi cuerpo y de mi corazón ya no quedaba nada, solo cenizas de lo que una vez fui, ya no me amaba, sentía asco al mirarme al espejo, al caer en cuenta de todo lo que hice, por lo que en un principio solo era dinero.

Me vendieron, me usaron, no era más que un trozo de carne para todos, y no les importaba que muriera, es más, sabía que mi muerte les iba a quitar un peso de sus hombros.

Y donde mirara estaban ellos, todavía no sabía quiénes eran, nadie lo sabía, pero ellos siempre estaban en todos lados, viéndote, probándote, asustándote.

No te dejaban sola, de perseguían hasta que terminas volviéndote loca.

Cerré mis ojos con fuerza e intenté controlar mi respiración.

— tienes que jurarme de que no le vas a contar a nadie — me gire para mirarla, ella se secaba sus incontrolables lágrimas. — Solo confió en ti, Isabella.

Mire la ecografía sobre su cama.

Era increíble que esto estuviera pasando ahora, en este preciso instante en donde ambas estabamos tan acorraladas. No había escapatoria, incluso Hanna se estaba alejando de nosotras, ya ni nos hablaba.

Ella era la Mesía, así solían decirle, la cara visible de una terrible organización de mierda, y todo era culpa del dinero que les debía, de toda la droga que consumió en su momento.

Katya seguía llorando mientras la miraba asustada, ni siquiera pude fingir e intentar calmarla, porque estaba tan aterrada como ella. No lograba creerme que era verdad de que estuviera embarazada.

De que en su vientre estuviera cargando el hijo de una de esas bestias.

—no se lo diré a nadie, no tengo porque hacerlo...—susurré sentándome frente a ella, en mi cama. — ¿Qué piensas hacer?

Se encogió de hombros.

— siento como si estuviera cargando al anticristo — me confesó — ¿Se nace o se hace psicópata? no lo sé, algunos dicen que puede ser hereditaria — veía el terror en ella. — No creo ser capaz de soportarlo, me mataría antes de tener que criar a un monstruo.

Mi corazón se estrujo con fuerza.

— me dijiste que querías tenerlo — que horrible era toda esta situación —¿Deseas abortarlo? con lo que desees, estaré bien, te apoyare.

Dark Secret° Zodiaco [INZ #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora