✦╭ᵒ❧ Capítulo XIV: Despertando a la Bestia Dormida. ✦╭ᵒ❧

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—¿Qué te dijo ese Alfa, Yibo? ¿Porqué tardaste tanto tiempo encerrado con él en su despacho y a solas? ¿Y porqué parece que estás enojado conmigo otra vez si yo no te he echo nada?

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—¿Qué te dijo ese Alfa, Yibo? ¿Porqué tardaste tanto tiempo encerrado con él en su despacho y a solas? ¿Y porqué parece que estás enojado conmigo otra vez si yo no te he echo nada?

Al escuchar la ola de preguntas que mas bien eran reclamos estúpidos, Yibo rodó los ojos y empujó con el índice el pecho del Alfa que, quizás, sin percibirlo, invadió su espacio personal preso de la palpable intriga que le dominaba y le hacía pensar en cosas que no eran.

—¿Puedes parar, Xiao Zhan? —le pidió, masajeándose las sienes y cerrando suavemente la puerta de su habitación una vez alimentó a los mellizos y estos se quedaron profundamente dormidos. Al fin—. Hoy ha sido un día bastante agotador y lo que menos necesito es tenerte precisamente a ti interrogándome como si hubiese echo algo indigno.

—¿Y no lo hiciste? —Xiao Zhan atrapó su mano derecha y la apretó lo suficientemente fuerte, haciéndole saber en silencio lo irritado y si, celoso que se sentía por su causa.

Yibo intentó zafarse de su agarre, encerrarse en la cocina y dejarlo fuera de. No funcionó, y el Alfa los metió dentro de golpe, asegurando la puerta y acorralándolo contra ella de inmediato.

La cabeza de Xiao Zhan era un maraña de dudas y negaciones, su lado inseguro comenzaba a ganar terreno haciéndolo dudar del Gamma y de su estrecha relación con su jefe. No le hizo la menor gracia que Yang Yang irrumpiera justo en ese preciso momento, pero no podía recriminarle nada, ni él ni mucho menos Yibo. Se estaban besando con toda la pasión que aún ardía y latía en sus venas cual fuego ardiente, ansiando con impetuoso deseo complementarse en cuerpo y alma de una vez por todas y recuperar todo el tiempo perdido.

Olvidando inclusive el lugar donde se hayaban parados, inmersos en comerse a besos y mordiscos hambrientos.

Yang Yang contaba con las razones justas para sentirse indignado e intolerante; habían violentado las reglas de su hogar y no conforme con eso, Yibo mansilló la confianza que se le depositó al meter a un Alfa a la casa solo para besuquearse con él en una de las habitaciones.

Y no en cualquier habitación, si no en esa habitación tan especial para los dueños.

El Gamma le miró con un  insolente desdén que únicamente acrecentó la ira que lo invadía de pies a cabeza y le increpó con la mandíbula apretada:

—¿Qué insinúas?

—No insinúo nada, Yibo. Pero se me hace muy extraño que le haya costado dos largas e incesantes horas recitarte solamente el reglamento —casi escupió Xiao Zhan rechinando los dientes con tanta fuerza que la mandíbula le dolió.

Recio a tragarse esa patética mentira y olvidar el tema sin antes aclararlo de raíz.

Yibo se rió de él.

—Cree lo que se te de la puta gana, Xiao Zhan —dijo con frialdad, posando ambas palmas en su pecho y obteniendo su libertad. Dio un seguro paso hacia adelante, pasando de largo al Alfa que le observaba con el semblante contraído por la indiscutible furia—. Se perfectamente lo que hago, no soy un cachorro y tú no eres quién para reprocharme nada.

𝐋𝐚 𝐀𝐮𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞 ❥𝐙𝐡𝐚𝐧𝐘𝐢 |𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✓Where stories live. Discover now