Capítulo Veinticinco 🌌 Mío.

53 7 1
                                    


—Hnm… haa...Yibo… .– Me besa con fuerza.

Intenté alejar su cuerpo pero lo único que provoque fue hacer que metiera su pierna entre las mías, haciéndome alzar.

—Es realmente molesto.– Toma mi rostro.

Para luego comenzar a dar pequeños besos al moretón que se ha comenzado a formar en mi cara.

—Auch… duele un poco...

—No debí dejarte ir.

—Viste lo que logré hacer, ¿Realmente fui yo quien hizo todo eso...?.

—Si, fue asombroso.– Roza su mejilla con la mía.

—Lamento ponerte celoso… no era mi intención.

—Lamento ser rudo.– Besa mis labios con suavidad.

—Yibo… tenemos que parar.

—Tranquilo, no te haré nada.– Susurra.– Por ahora.– Sigue besando suave.

—Hng... espera, juro que mi reacción fue por ti, no por él… .

—Jiji Eso es lindo.

—Ahg, no me mires así, eres demasiado... provocativo.

—Ven, curaré tus heridas.

No sé cómo se curen ustedes pero se bien que besar los golpes en mi cuerpo no es la forma.

Yibo me llevo hasta la cama donde me desvistió solo de la parte de arriba, limpio mi cuerpo con toques de una esponja, paso una tela secando el agua y luego me recostó en la cama.

—¿Qué haces?...😳

—Curar tus golpes.

Se deslizó desde mis caderas hasta llegar a mi cara, dónde beso el moretón para lentamente bajar mientras daba besos delicados en cada uno de los moretones que cubrían mi cuerpo.

—Mngh... Lann… – Mi cuerpo sentía cosquillas.

—Shh… .– Siguió hasta volver a mi cadera.

Una vez ahí, mi cuerpo pedía mas pero sabia que debía parar, infiel o mentiroso, Darren aun era mi novio y no podía seguir así.

—¿Quieres recorrer la ciudad antes de que oscurezca? .– Interrumpió mis pensamientos.

—¿Ah?...

—Creo que seria bueno un poco de distracción y aire frío… fresco.

—...Si, si quiero.

—Esta bien, entonces te ayudaré a pararte.

<<Nuevamente eres tú quien se detiene cuando yo ya no puedo>>

Esa tarde recorrimos la ciudad, había más gente y un poco más de vida que en Gusu, era tan maravilloso como recuerdo. 

Comimos y andamos por diferentes puntos, algunas personas se acercaron  para conocernos, creí que me rechazarían pero las cosas han cambiado, más que rechazo eramos vistos con asombro.

_____🕓

Al llegar la noche volvimos por los pasillos iluminados de Yummeng, en el transcurso encontramos un puesto de licor y Yibo  me miró insinuando llevar un poco.

—No. 

—Solo un trago.

—No.

—Te ayudará a sentirte mejor.

—No confió en mí.

—Con más razón.

—Yibo.

Si No Es En Esta Vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora