Capitulo Treinta y Cinco 🍃 Errores.

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Pasaron días enteros en los que no recibí la llamada de ninguno.

Intentando ignorar el hecho, nos dispusimos a disfrutar los días de Luna de miel. 

Estando en el apartamento de mi padre, nos quedamos por los próximos 15 días. Suficientes para adecuarnos a una rutina de pareja que si bien ya llevamos en casa de los Wang.

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Salgo de la habitación y me dispongo a cruzar la estancia.—Yibo… Estoy listo…

Me detengo pues en la puerta está de vuelta esa chica.

—Te agradezco mucho. No sabes cuánto me ayudas.– Dice con esa sonrisa coqueta.

—Claro.– Afirma Yibo.

Cerrando la puerta, por fin nota que estoy detrás de él. Se hace el desentendido pero se bien  que lo comprende.

—Me pidió ayuda con su tarea.

—Claro. Como todos los días.– Me giro y voy directo al refrigerador, de dónde saco una botella de jugo.

—Zhan… .– Lo veo acercarse.

—Llegaremos tarde, anda.– Tomo las llaves y estoy dispuesto a salir pero me para sosteniendo mi cintura.

—Zhan… no quiero que comiences a pensar en cosas que no lo son.– Se pega de apoco hasta que recarga su peso en mi espalda, sus manos se deslizan por mi cintura hasta mi cadera.

—¿En que podría pensar?... Que le gustas y que solo usa eso como pretexto para venir a verte… Que es linda y podría… .– Balbuseo.– Gustarte.

—Estaria loco… no, inclusive al borde de perder la cabeza, no sería capaz de amar a nadie más que no seas tú. Pensarlo me provoca escalofríos.

—¿No es linda?.

—No, para nada.– Rei.– Es espantosa.– Jugueteó con sus manos en mi estómago provocando cosquillas.– Ni pensarlo, en cambio mi esposo es precioso, magestuoso…

—Para… ajaja… Ya he entendido.

Nos miramos de reojo y reímos con sonrojo. 

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💚

Después de nuestra boda, mi padre comenzó a adentrarme un poco más en la empresa, pues ahora tenía una responsabilidad con mi esposo, debía ser un buen hombre para él.

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Iba caminando en dirección a mi auto, después de haber visitado la empresa, revisaba distraído unas propuestas del grupo de mercadotecnia hasta que un golpe seco en mi hombro me hizo detener.

—Fijate idiota.– Dijo el sujeto.

—Tú fuiste quien… ah.

—Pero mirá a quién tenemos aquí... el idiota que me robó a mi Zhan Zhan.

—Me contó lo que pasó.

—A si… Supongo que estas feliz.

—Si y no, lo lastimaste pero me tiene a mi para curarlo. 

—Siempre seré el primero para él, ¿Sabes?.

—Jaja… si tu lo dices. Oh es verdad, tengo algo para tí.– Tomé del maletín el anillo y lo puse en su mano.

—¿Tú qué haces con esto?.

—Es el trasto que le diste, nos teníamos que deshacer de él, estorbaba para nuestro anillo de compromiso.

Si No Es En Esta Vida. Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin