Te Haré Mi Reina / Chloé Y Luka

Carta

Los días fueron pasando y poco a poco los de último año, comenzaban a mostrarse más cansados y nerviosos.

— Pobre Marinette.

— ¿Qué tiene? –preguntó Chloé dirigiendo su atención a la azabache.

— Pues con todo esto de las últimas semanas de clases y el inicio del año de universidad... Está estresada y cansada. Alya dijo que por esas razones se duerme en clases. –Zoé miró a la de coletas y soltó un suspiro al verla como se apoyaba en el hombro de Alya.

— Creo que muchos estamos así pero ya falta poco. –mostró una pequeña sonrisa y bajó los escalones para quedar fuera del instituto.

Antes de que pudiera llegar a su limosina, fue detenida por Adrien y Félix, y después de una breve plática el Agreste le entregó una pequeña cajita aterciopelada junto a lo que parecía una carta.

Aquel hecho no pasó desapercibido ante algunas de las chicas que aún estaban por el lugar.

— ¿Entonces?

— Nada mal –dijo leyendo una parte de lo que decía el papel– Sabía que lo lograrían

— Gracias, espero que le guste –dijo Adrien viendo cómo la rubia guardaba la cajita y lo abrazaba

— Aún me parece mala idea. –dijo Félix.

La Bourgeois lo miró molesta mientras Adrien sonreía y empujaba a su primo hacia ella, causando que Félix se sujetarán de los hombros de Chloé.

— No seas mentiroso. ¿Por qué no le dices lo mismo que dijiste ayer?

Aquello hizo sonrojar a Félix y provocó una risa por parte de la rubia.

— Eso no es necesario. Su mirada dice mucho. –tocó la punta de la nariz del Graham y sonrió.

— Mejor ya váyanse –dijo Félix soltando los hombros de Chloé.

Chloé y Adrien lo vieron entrar al auto que esperaba por él para luego cada quien tomar su camino.

Las chicas que vieron aquello miraron extrañadas a la rubia que entraba a su limosina junto a su hermana.

Horas después, en la habitación de la Bourgeois se escuchó un estruendo a causa de un gran "golpe" que destruía parte de la habitación.

— ¿Ladybug? –miró a quien se levantaba con un poco aturdida por el golpe.

— Disculpa, no fue mi intención.

— Pues lo parece. ¿Cómo se te ocurre dar batalla sola? Llama a alguien para que te ayude –dijo mientras la acercaba a un sillón

— Lo sé... pero parecía sencillo. –se puso delante de ella para que el akuma no le hiciera daño.

— Si continúas así terminarás derrotada. –corrio hacia su balcón y vió como un par de héroes saltaban hacia ella.

Sin decir nada, Carapace tomó a Chloé y se fue alejando para evitar cualquier daño que pudiera sufrir.

— Aquí estarás a salvo. –dijo el héroe llegando a lo alto de la torre Eiffel.

— ¿Estás concientes de que este lugar es el más destruido por los akumas?

— Yo... No lo había pensado –dijo recordando los momentos en los que la torre era derribada o incluso enviada a la luna.

— Olvídalo. –se apartó del héroe y caminó hacia el pequeño elevador de la torre– Mejor ve a ayudar a Ladybug y a esa torpe serpiente.

Dudando en dejarla por su cuenta, intento intervenir pero al verla muy tranquila, asintió y se apresuró a regresar al lugar de la batalla.