Te Haré Mi Reina / Chloé Y Luka

Reina

Después de aquel día, pasaron dos días en las que Luka se pasó pensando en la manera adecuada de ir a buscar su guitarra al hotel de la Bourgeois.

— Es solo una guitarra –dijo Félix mientras los veía acomodarse para su ensayo

— No es solo una guitarra, es la guitarra. –dijo Zoé ayudando a Adrien.

— En todo caso, solo llámala y pregunta si aún la tiene y si te la puede regresar. –comentó Adrien.

— Si o podrías llevarle flores o chocolates. –añadió Rosita, llamando la atención de todos– ¿Qué? –se encogió de hombros al verlos confundidos– El chocolate siempre funciona.

— Eso es verdad, pero esas cosas solo se usan cuando se trata de tu pareja –dijo Mylene apoyándose en Iván.

— Es una lastima que el Lukloé no sea real –dijo Zoé apoyando su cabeza en el hombro de Adrien.

— Y siguen con esas cosas, ¿Cuando piensan madurar? –Félix se molestó al ver tan cerca a Zoé de su primo.

— No te quejes que para ti también consiguieron un ship –dijo Luka mirando a la Lee.

Todos entendieron excepto Zoé, quien solo vio a Félix con el rostro rojo como un tomate.

— Tranquilo, a Luka también le sucede. Lleva varios días sin dormir y no come bien, puede que tenga la palabra con A –dijo Juleka sonriendo con burla, mientras algunos aguantaban la risa.

— ¿Anemia? –todos voltearon a ver al Agreste.

— Apunto de cumplir 18 y aún no entiende nada –dijo Félix dándose una palmada en la frente, al igual que los que entendieron.

Por otra parte, en el centro de la ciudad , se veía caminando a Chloé encontróandose con Kagami y Marinette.

— Hola, ¿Cómo estás? –saludó Kagami.

— Muy bien gracias, ¿Y ustedes?

— También, un poco nerviosas pero bien –dijo Marinette comenzando a caminar junto a la rubia

— ¿Aún no tienes tu vestido?

— Está indecisa, por momentos quiere uno de princesa y después cambia a uno de corte sirena. –dijo Kagami.

— Que les parece si esta semana nos vamos de compras así verás más opciones que te pueden gustar

— Es una buena opción Chloé, ¿Mañana después de clases? –preguntó la de coletas

— Claro, veré si Sabrina también puede.

— Ahora que lo mencionas, después de clases se va muy rápido

— Está trabajando –dijo Kagami– El otro día me la encontré en una tienda; me comentó que está trabajando porque está ahorrarando para un viaje.

— New York, otra vez –dijo sin ánimos la rubia

— ¿Aún está con él? –preguntó Marinette emocionada