Te Haré Mi Reina / Chloé Y Luka

Compañera

— Bien, gracias por... Nada. Ahora puedes irte.

— No me iré hasta verla entrar.

— No soy una niña. –se quejó la Bourgeois

Viendo la sonrisa coqueta de Viperion, Chloé rodó los ojos y caminó hacia la puerta del hotel, pero antes de llegar dió medía vuelta y regresó junto al héroe.

— ¿Y bien?

— Si entro a estas horas, podría encontrarme con mi padre o mi hermana y... harían dramas...

— ¿Alguna idea, señorita? –hizo una pequeña reverencia ante ella.

— Primero... Deja de tratarme así ¿Quieres? –lo miró molesta cruzándose de brazos– No soy una admiradora y no pretendo serlo, así que ahorrate tus tonterías. Segundo, creo que podría entrar por el balcón pero...

Sin pensarlo, la tomó de la cintura y saltó hacia el balcón.

— No te trato como a una administradora, simplemente te trato como Queen Bee, mi posible compañera de batallas.

— A quien tendrías será a Vísperia pero nunca tendrás tanta suerte como para tenerme como tu compañera. –caminó hacia su habitación.

— Hey... –soltó una risita viendo la expresión molesta de la rubia– Alguien está de mal humor. ¿Qué ocurre Queen?

— Solo vete ¿Quieres?

— Lo siento, no quise molestar es solo que...

— ¿Chloé?

La voz de Zoé se escuchó, y la Bourgeois miró al héroe que estaba en su habitación.

— Me estoy vistiendo. –dijo Chloé acercándose a la puerta– ¿Necesitas algo?

— Ví a Queen Bee en la batalla, y Adrien está aquí ¿Podemos pasar?

— ¿Adrien? –miró a Viperion que aún estaba en la habitación y comenzó a hacer señas para que saliera por el balcón– Hablamos mañana ¿Te parece? estoy algo cansada. –dijo resignada al notar la confusión del héroe

— De acuerdo, descansa.

La Bourgeois esperó unos segundos para abrir la puerta y verificar que su hermana y el modelo no estuviera cerca. Al no verlos cerca regresó con el héroe mirándolo molesta.

— ¿Por qué sigues aquí?

— Me confundí, creí que decías que me sentará o que me acercará.

— Claro –señaló el balcón– Ahora vete.

— Se nota que estás molestas, ¿Qué sucede? –la miró, preocupado ante su actitud a la defensiva.

— Nada que deba interesarte. –se sentó en el sillón para evitar verlo– ahora vete.

El héroe se dispuso a saltar del balcón pero su preocupación aumentó al verla como escondía su rostro entre sus manos.

Dudando en dejarla o no, respiró hondo y sonrió. Colocó sus manos en los hombros de la rubia y comenzó a dar un delicado masaje.

— Antes de que me mates... Permíteme ayudar.

Chloé se sentó erguida y cerró los ojos ante la acción del héroe.

— ¿Intentas coquetear conmigo? –preguntó con burla sintiendo las presiones en su espalda

— Podría pero... No es honroso entrometerse en una relación. –sonrió apoyando su mentón en la cabeza de la rubia.

— Es verdad. –comenzó a sentir las leves presiones que hacia el héroe y poco a poco se sentía mejor