Te Haré Mi Reina / Chloé Y Luka

Gracias (2/2)

— Tal parece que se le acabó la inspiración. –dijo dejando a un lado la carta y prestando atención a la rosa.

Sin entender lo que pretendía, tomó su celular y después de unos segundos pensando en que enviar, suspiró y solo envío un pulgar arriba.

Esperando que eso fuera suficiente para que él azabache entendiera que si recibió la "carta" y la rosa.

Teniendo en cuenta lo que dijo Chat Noir, dejó todo a un lado para luego intentar dormir, pero todo se vió interrumpido por una llamada de Zoé.

— ¿Aún despierta? Supuse que estabas dormida. Solo llamaba para preguntarte algo.

— Pues ya lo hiciste ¿No?

— Si pero esa no era mi pregunta. Solo quería preguntar... ¿Puedo enviarte a un niño?

— ¿Un qué? ¿Ahora que hiciste?

— Solo dime, ¿Puedo?

Un silencio se hizo presente, debido a que la Bourgeois no entendía lo que quería decir su hermana. Unos segundos después se puso en pie.

— Está bien, puedes traer al niño.

— Gracias y suerte con él.

Sin decir más, terminó la llamada y dejo su celular a un lado, para luego buscar el pequeño oso que solía usar como consuelo, pensando en usarlo para distraer al niño.

Unos par de minutos después, escuchó un par de golpes en su puerta. Sin mucho ánimo la abrió intentando mostrar una agradable sonrisa.

— Su majestad.

Al ver cómo el azabache hacia una reverencia ante ella, se quedó en silencio por unos segundos para luego mirarlo de pies a cabeza.

— ¿Qué haces aquí?

— Estaba cerca y decidí visitarte.

— Claro, ya lo hiciste, ahora puedes irte. Estoy ocupada, sin mencionar que es media noche

— Lo siento, si quieres podría ayudarte.

— Gracias pero no. Tengo que lidiar con un niño, así que será mejor que te vayas.

— Fue idea de Zoé –dijo mirando a otra parte, avergonzado– Le dije que quería hablar contigo pero... creo que exageró.

La rubia no dijo nada y se dispuso a cerrar la puerta de su habitación, a lo cual el azabache reaccionó evitando aquello.

— Buenas noches. –dijo intentando cerrar su puerta.

— Porfavor, ¿Podríamos hablar?

— Tienes dos minutos –dijo, mirando su muñeca fingiendo tener un reloj

— Bien... –sonrió y se acercó a la rubia para abrazarla– Perdona por no llegar a tiempo. Me encontré con una amiga que me entregaría algo importante.

— No tienes que darme explicaciones de nada. –dijo la rubia, intentando separarse del abrazo– Cada uno tiene sus cosas importantes.

— Lo sé, me di cuenta de eso cuando los ví. –la separó un poco para ver su rostro–  Supongo que Félix ya es más cercano.

— Es mi cuñado, así que nos esforzamos en llevarnos bien para que Zoé no sienta que deba elegir entre nosotros.

— Solo para estar seguros... ¿Me aceptarías por unas horas?

— Deja de ser tan torpe. De seguro debo compartir esas horas con alguien más, ¿Verdad?

— Si lo dices por lo que sucedió; mi amiga me consiguió un nuevo casco, por eso fuí a verla pero ella se encargó de reunir a mis amigos. –acarició su mejilla, para luego darle un beso en la frente, logrando un sonrojo en la rubia– Quería que la próxima que diéramos un paseo, tengas más opciones y no uses el mismo casco, una y otra, y otra vez.