Nota de la autora : Amores, ni siquiera he revisado bien el capítulo, lo escribí y simplemente lo publiqué, o sea solo lo leía dos veces. Prometan que si encuentran algún error me lo anunciarán, plisss.
En fin, disfruten del capítulo que se viene un poco intensito.
*capítulo largo*
Conflictos en
3...
2..
1...
Dedicado a Day1198CAPÍTULO DIECINUEVE
Incómodo momento en el que no sabes si desmayarte, gritar patalear, llorar o simplemente ser tragada por la tierra. La expresión de Nico vale oro, pero en una película de terror, sus cejas están profundamente fruncidas y juraría que se está mordiendo el interior de su mejilla para no asesinarme en medio de la sala. Por otro lado, Vivian que aún no pasa por completo su borrachera, se mantiene observando a puntos inexactos como si no formara parte de la represalia.
—¿Se puede saber donde estabas o vas a decirme que solo te paraste en el portal para tomar el aire nocturno?
Las palabras de Nicolás me provocan pánico. ¿Qué le digo a mi hermano?
—Ella vino conmigo —Vivían me sorprende y habla por primera vez con un tono bastante demandante y firme, lo que me hace mirarla extrañada.
—¿Y quien dio esa autorización? O mejor ¿exactamente en qué sitio estaban? Porque por la pinta que traen a mi me parece —hace una pausa fingiendo que lo piensa—, no sé, me da la impresión que vienen de un centro nocturno con drogadictos y rameras
Adivino.
—¡¿Como lo sabes?! —me sorprendo a mí misma exclamando en voz alta cuando debí haberlo dicho interiormente.
Genial
Nicolás ríe con ironía, —Ahh porque tengo razón.
—Déjala, yo la convencí —mi amiga insiste mientras se concentra por mantenerse de pie.
—Mira quién va a hablar la sin equilibrio, ¿que pasa Vivían, quién te ha dejado así? A mi no me pareces la misma chica con la que hablé en la tarde —reprocha él con una furia y a la vez con una tranquilidad que me espanta.
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Desde mi azotea✅[Editando]
Teen Fiction"Ya no soy capaz de mirar al cielo sin acordarme de él" Micaaela solía vivir tranquilamente, sin preocupaciones ni problemas, claro, hasta que él apareció. Desde el día en que decidió sentarse en su azotea para escribir, ya nada le parece igual, n...