26. Creíste bien, Estrellita

499 100 143
                                    

*sin editar*
(si encuentran algún error, díganmelo porfa)
(perdón la demora)

CAPÍTULO VEINTISÉIS

—¿Qué haces aquí? —sólo puedo soltar consternada al notar la presencia de Hansel.

Él frunce el ceño de manera tierna.

—¿No me quieres aquí?

—Si, digo no, no, no es eso. Es que ¿como sabías que estaba aquí?

Su expresión rápidamente cambia.

—Creía que conocías bien a tu mejor amiga —dice y me quedo confundida un momento pero caigo luego de dos segundos.

—¿Vivían te dijo?

Hansel eleva las manos en señal de rendimiento.

—No puedo decirte, lo siento

Blanqueo los ojos, —Eres increíble.

—Lo sé —afirma y se acerca un poco más para extenderme nuevamente su chaqueta— ¿Vas a hacerme este desaire, en serio?

Intento no sonreír demasiado y solo tomo la chaqueta.

Cuando mis dedos hacen contacto con la tela, un aroma incondicional se adentra por mis fosas nasales haciéndome tener escalofríos internos. Mi aroma favorito, por supuesto, es el suyo.

—Permíteme —se adelanta él y me cubre con su chaqueta.

—Grac...

—¿Ya podemos irnos? —pregunta una tercera voz.

Oh, había olvidado que el padre de Vivían esperaba por mí.

Cosas de mi hipnosis con ojos oceánicos.

Si si, claro —digo rápido y miro a Hansel como forma de agradecimiento pero antes de que mi pie de un paso adelante, él habla.

—No hay problema, yo la llevo

—Lo siento, no puedo dejarla con un extraño es mi responsabilidad —protesta el padre de Vivían.

Y...sucede algo que no puedo explicar

—No es un extraño, es mi novio —afirmo con toda seguridad.

OK tierra trágame y escúpeme en el infierno.

Rápidamente siento una pequeña y furtiva risita por parte de Hansel. Él disfruta esto.

—¿Segura? —frunce el ceño el padre de mi amiga.

—Segurísima —me giro en mi lugar y agarro a Hansel del brazo—. Vamos mi amor, que estoy cansada.

Genial, ahora me he vuelto actriz improvisada.

Un día de estos recibo una llamada de Hollywood.

En breve noto que el padre de Vivían se convence. No entiendo como tengo cara para seguir sujetada del brazo de Ojos oceánicos pero me las arreglo. Luego de pocos pasos repentinamente él se detiene y me fulmina con su mirada azul.

Desde mi azotea✅[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora