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Ya era la quinta vez que observaba el reloj en la pared y suspiraba frustrado. 

En este momento, tenía sólo dos cosas rondando por su mente: Choi Seungcheol y sus padres. La primera, era el factor "principal" para llevar a cabo su plan ;sin embargo, faltaba menos de 5 minutos para las 6 pm y seguía sin aparecer. Y la segunda (sus padres) que eran los jurados de esta noche y si ellos llegaban a descubrirlos, sería una verguenza por ... ¿decima vez? Realmente su vida pendía de lo bien que actuara esa noche.

Hasta era ridículo pensar en las veces que practico en el espejo para saber si no hacía una expresión exagerada o desganada.

Con los nervios a flor de piel, deja de morder su pulgar y regresa al espejo de la sala. Aquel espejo de marco marrón y forma circular, ese mismo que le daba ánimos o frustración por su reflejo. Ya era la onceaba vez en que revisaba si su saco estaba correctamente limpio y sin pelusa, su cabello estaba correctamente planchado y peinado, mientras que su piel lucia limpia junto a un toque de labial rosa para no lucir muerto. Se suponía que hace 30 minutos se vio como un hombre inalcanzable, pero después de ir y venir al espejo, encontraba más defectos por los cual quejarse y se encontraba a nada de querer explotar y llorar.

Jihoon en la video llamada le dijo que lucía bien... porque no podía creerle y ya.

Quitando su vista del reflejo en la pared, prefiere tomar un respiro y tomar agua. Pensar en el cómo lucía no ayudaría en nada, si Seungcheol no llegaba. 

*Ding dong*

Suena el timbre y por dentro, espera que no fueran evangélicos, porque en estos momentos sus nervios podrían hacerle responder un "Soy satanista" para no escucharlos. Joder. Si no era Choi Seungcheol quien estuviera tras esa puerta, mandaría todo al demonio y preferiría encerrarse en su pequeño hoyo y dormir.

Suspirando y dándose una sonrisa, abre la puerta.

— ¿Dijiste a las 6 en punto, verdad amor? — Estaba sin palabras. — Ya estoy aquí. ¿Ahora... deberíamos avanzar? Oh, perdón. Te dije "amor" ,en realidad, quise decir cariño. — El mayor estaba apoyado levemente en el marco de su puerta y le sonreía.

La camisa color tul junto al pantalón de vestir negro le hizo retener el aliento - además- del detalle enorme en sus manos. Un ramo entero de tulipanes rojos junto a uno de girasoles... "Se acordó." Fue lo único que pensó, antes de voltear a otra dirección y evitar mirarlo fijamente.

— Por tu bien, llegaste a la hora. — Dijo aliviado mientras buscaba más palabras. — Bueno, lo que sea. Gracias por lo de los girasoles, pensé que olvidarías ese dato de mi madre. — Fue honesto y le dio una pequeña sonrisa. 

— Cómo podría olvidarme. — Le dio un tono burlón y -si fuera un día común le respondería, pero ahora- sólo le dio un pequeño empujoncito en respuesta. — Entonces... ¿Ya estás listo? — Como si el hoy fuera el día al revés, mira como Choi le da una expresión nerviosa y tierna.

Vaya que sabía actuar, si no fuera porque él mismo ideó la mentira, pensaría que realmente estaba siendo tímido .

— Ya estoy listo, cariño. Deja que traiga mi bolso y regalos para poder irnos, ¿bien? — Adentrándose a su departamento, nota cómo el pelinegro no lo sigue. — ¿Te vas a quedar ahí? Ven, espérame en la sala por un momento. — Ignorando lo cálido que seguía siendo la mano del otro, lo sienta como un niño en el sillón. — No demoraré más de 5 minutos. —

Y así, camina rápido hacia su habitación y busca: Su bolso, las llaves y los dichosos regalitos para sus padres. Obviamente, a todos estos los tenía en orden y en su lugar para poder llevarlos de una vez ;sin embargo, sus ojos se desvían a un pequeño cajón de su mesita de noche.

fuck romeo and julia.- /jeongcheol/jihan/seoksooWhere stories live. Discover now