C U A T R O

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EMILIO

Al terminar de beber, los chicos ofrecieron ir a otro bar cercano a lo cual acepte.

Antes de que pudiese subir las escaleras que conducían a la entrada del bar vislumbre a una chica de nuestra clase parada junto a la tercera mesa cercana a la escalera —¿Por qué no se ha ido? — me pregunte mentalmente

—¿Qué está pasando? — inquirí sin moverme de las escaleras, la chica al oír mi voz se volteo

—No puedo despertarlo, ¿Qué debemos hacer? — fue entonces que caí en la cuenta de la estadía de una tercera persona, parecía haber bebido hasta perder la conciencia

—¿Quién es? — pregunte acercándome a los ahora dos chicos que se encontraban en la mesa

—Ehm... no lo conozco — llegue hasta la rubia, aun no sabía quién era la persona ebria ya que su cara era tapada por la mesa en la que se encontraba recostado

—Adelántate con los otros, yo lo llevo a casa — le proporcione una sonrisa amable a lo cual asintió

—Oh está bien, me voy — la rubia se retiró dejándome solo con el chico sumido por el alcohol 

Suspire antes de acercarme al susodicho y comenzar a sacudirlo ligeramente para que se despertase.

—Ey, es tiempo de irse a casa — le hablé esperando que eso lo despertara un poco, lo sacudí mas hasta que su rostro quedo al descubierto, fue entonces cuando reconocí su cara —Joaquín... ¿Qué tanto has bebido? — pregunte y lo que obtuve por respuesta fueron murmullos que apenas y llegaban a ser palabras —¿Dónde vives? te llevare a casa — no contesto

Alce uno de sus brazos pasándolo por mis hombros para que así pudiera agárralo de la cintura teniendo un mejor soporte.

—Vamos, levántate hombre — nos encamine hasta las escaleras del bar, fue difícil pero no imposible, la cuenta ya estaba pagada por lo que en cuanto salimos del bar cruce la calle con Joaquín hasta llegar a mi auto. Con una mano saque la llave del auto, desactive los seguros y abrí la puerta del copiloto. Con cuidado de no golpearle la cabeza lo senté en el asiento. Rodeé el auto para yo tomar mi lugar de igual manera.

Ya dentro de este le pregunte a Joaquín la dirección de su casa, pero el ruloso se encontraba en un estado de ebriedad tan crítico que el pobre no podría con su alma mañana, así que mi única opción fue buscar su identificación, como no la conseguirá por el propio Joaquín tome su mochila y rebusque en ella no encontrando nada, supuse que la llevaba en su cartera por lo que me acerque a él, tantee con mis manos los bolsillos de su pantalón hasta que sentí el bulto de la cartera, una vez la tuve en mis manos la abrí encontrando enseguida lo que buscaba.

Su dirección no era muy lejos del bar por lo que no demoraríamos mucho, encendí el auto y comencé a conducir hacia la residencia de Joaquín.

Una vez llegamos a su edificio residente, lo tuve que subir a mi espalda haciendo el famoso "caballito", su cuerpo ya no estaba respondiendo y definitivamente no podría subirlo por las escaleras como en el bar.  Al entrar a dicho edificio el vigilante que se encontraba en el recibidor me indico el numero de apartamento de Joaquín dada la circunstancia no dudo en darme el código de ingreso para la puerta en caso de emergencias, surte que el edificio contaba con ascensor de lo contrario ni loco subiría doce pisos con un ebrio en mi espalda.

Minutos después las puertas de metal se abrieron al detenerse el elevador en el piso correspondiente, busqué el departamento 1201 y cuando por fin lo encontré digite el código que se me había proporcionado, después de un "beep" momentáneo los seguros se desactivaron y la puerta se abrió, al entrar a su departamento lo primero que busque fue la habitación del chico, pero justo cuando estaba en su búsqueda escuche algunos murmullos.

Mr. Lust || Emiliaco [Terminada]Where stories live. Discover now