V E I N T I D O S

229 28 24
                                    

JOAQUIN

"¿Qué pensó Deidamia que iba a suceder cuando pusiera a bailar a sus mujeres para mí? ¿De verdad creyó que no iba a reconocer a Aquiles? Me bastaba un simple roce o su olor para identificarlo, y, si me quedara ciego, lo reconocería por su modo de respirar o pisar el suelo. Lo reconocería incluso en la muerte, en los confines del mundo."

Leí aquellos párrafos con un nudo en la garganta. El cuerpo me pesaba como si estuviese enfermo.

Solté un suspiro mientras dejaba el libro sobre la mesa de rígido acrílico blanco. Deje que mi cabeza callera con desgano sobre mis brazos apoyados en la mesa.

Las palabras de Emilio se repetían sin cesar en mi mente, mientras esta bagaba por la profunidad de los recuerdos.

Un golpeteo sobre la mesa hizo que subiera la mirada que anteriormente estaba muy concentrada en la nada. Mi sorpresa fue el ver a Nels parado frente a mí.

—¿Qué ha ocurrido Joaco? Ni siquiera me has visto entrar 

—¿Nels? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste donde estaba? —realmente me conmociono su estadía aquí —Dijiste que saldrías con tus amigos al club —y no mentía eso me había dicho por un mensaje de texto

—Oh eso... Lo hice, pero, no pude evitar pensar en mi pequeño Joaquito ¡Así que vine! — Nels se me lanzo encima como si no nos hubiésemos visto en largos años, me asustaba que actuara tan extraño —Este chico incluso te llevara a comer, démonos prisa o perderemos la reservación —no pude negarme debido a que Nels no me dio tiempo ni de respirar. Cuando menos cuenta me di él ya había tomado la mochila que llevaba conmigo en mano.

—N-Nels espera no he pagado el caf... —me jalo hacia la salida con rapidez

—No te preocupes Joaco, Laia lo va a pagar —soltó una sonrisa cínica

A pesar de todo, estaba agradecido de que Nels estuviese conmigo, mas que nunca necesitaba la compañía de mi amigo.

Sin embargo, él no pudo llenar el hueco que aun sentía en el pecho. Solo había una persona que podía hacerlo, pero curiosamente era la misma persona que me había hecho sentir de esta manera.

La comida estaba rica, era sushi, mi favorito. Pero no me causaba tanta euforia el devorarme el rollo entero solo.

—¡Joaquin Bondoni! ¡No es propio de ti el jugar con la comida! ¿¡Acaso tienes alguna indigestión!? ¿¡Algún malestar estomacal!? —nunca en mi vida había visto a Nels tan ¿enfadado? Pero que cara...

—¿Qué? No... claro que estoy disfrutando de esto

—Si claro, y yo soy un hetero virgen —... —¿Qué sucedió? Algo está pasando, se puede ver escrito en toda tu cara —suspiro y luego volvió a hablar —Pregunto porque estoy realmente preocupado por ti Joaco. Dime que esta pasando 

En cierto modo lo entendía, después de todo Nels y yo nos criamos prácticamente juntos, el era como mi hermano mayor, así que no podía seguir ocultándoselo, mas aparte que necesitaba un consejo o de lo contrario terminaría explotando.

Suspire antes de comenzar a hablar. Necesitaba valor para decir lo que estaba a punto de decir.

—Lo que sucedió fue que... 

Le conté a Nels todo lo que había pasado con Emilio hace tres noches y unas cuantas cosas más. Obviamente no le dije el nombre ni que tampoco que Mr. Lust y Emilio eran uno mismo.

Cada palabra que salía de mi boca era como una apuñalada a mi corazón. Un corazón que aun latía con frenesí por Emilio.

Los minutos se juntaron y crearon una hora en la que le conté a Nels todo lo ocurrido.

Mr. Lust || Emiliaco [Terminada]Where stories live. Discover now